𝐋𝐎𝐍𝐄𝐋𝐈𝐍𝐍𝐄𝐒

Epílogo

Diez años después.

Abrí los ojos repentinamente.

–Mmh–, me quejo.

Quito la sabana que me cubría y me siento con cuidado sobre la cama.

Siento que toman mi muñeca, así que volteo.

–¿A dónde vas?–, Taehyung pregunta tallando sus ojos.

Lo miro con cierta culpa. –Tenemos hambre, quiero galletas con nuez–, hago una mueca con la boca.

Taehyung suspira. –Iré por ellas, quédate aquí–, se levanta y se pone su bata.

Se acerca a mí, deja un beso en mi cabeza y después en mi panza. Luego sale de la habitación.

Toco mi panza y sonrío, –Él está cansado, pero sigue levantandose por nuestras galletas–, susurro.

Me levanto con cuidado y me acerco a la ventana. Jalo la cortina para ver bien, está amaneciendo, así que no es demasiado temprano.

Al menos hoy no fué en plena madrugada. Hace unos días me desperté a media noche, en busca de galletas, no podía dormir porque tenía hambre.

Yoongi dijo que los primeros tres meses son cuando hay más antojos, y eso pudimos verlo anteriormente. Pero este niño parece tener hambre todo el tiempo, ya son seis meses y sigo despertando por comida.

–Estoy de vuelta–, Taehyung llega con una pequeña caja.

Se para a mi lado y peina mi cabello mientras deja la caja sobre mis manos.

Miro estas con emoción, se ven tan deliciosas.

Taehyung deja un beso en mi frente y me abraza por la espalda, acariciando mi estómago abultado.

–¿Tienes mucha hambre?, Tu madre también necesita dormir–, "regaña"

Sonrió mientras muerdo una galleta. –Si te sientes cansado puedes seguir durmiendo, me quedaré despierta un poco más–, al menos hasta que la caja de galletas esté vacía.

Taehyung suspira y besa mi hombro, –No lo haré, al menos hasta que aparezca el padre. ¿A dónde fué con tanta prisa?–

Dejo de masticar, mordiendo un poco mi labio inferior. Rasco mi mejilla y termino de masticar y tragar la galleta.

–Mi culpa, tuve antojo de una tarta que la madre de Jungkook hace, él dijo que la traería para el desayuno–, sonrío culpable.

Taehyung ríe, –Entiendo. Supongo que es lo menos que podemos hacer por tí–, se aleja y me toma por los hombros, llevándome a un sillón cómodo cerca del balcón.

Me siento en este con mis galletas en mano y sigo viendo por la ventana, el amanecer es lindo.

..........
Más tarde

Después de tomar un cuidadoso baño, salí para tomar el desayuno.

Avancé por el pasillo, rápidamente apareció alguien en mi camino.

–Buen día–, Jimin, se acerca a mí y deja un beso en mis labios.

–Buenos días–, saludo en respuesta.

–¡Mamá!–, una pequeña aparece corriendo, abrazando mi pierna rápidamente, al menos logra abrazar el vestido.

–Hola pequeña–, acaricio su cabeza.

Jimin suspira, –Estábamos jugando hasta que Gyuri avisó que el desayuno estaba listo–,

–¿Compitieron otra vez verdad?–, lo miro seriamente