𝐋𝐎𝐍𝐄𝐋𝐈𝐍𝐍𝐄𝐒

XV

Paseamos de nuevo por las calles. Es tarde, la noche está por cubrir el cielo, pero por fin me siento tranquila, mi tío tenía razón, esta reunión resolvería mis dudas.

Byungchan y yo caminamos de la mano por el lugar, buscando una tienda de postres.

–Por cierto, ¿Qué edad tienes?–, pregunto, ya que recordé ese detalle

Se ríe. –Tengo la misma edad que tú–

Me sorprende. –Pensé que eras menor, creí incluso que tendrías la edad de mi hermana–

Ríe un poco más fuerte. –Eso es un halago, muchos hombres se ven mayores a pesar de su edad–

–Entonces tómalo como prefieras–,

Solo asiente. Busco con la mirada y veo una tienda que llama mi atención.

Aprieto levemente su mano y señalo el local.

–Vamos, yo pagaré–, dice mientras me lleva.

Creo que es alguien agradable, mi tío tenía razón sobre él, es una buena persona. Incluso estaba dispuesto a aceptar a mis concubinos a pesar de que su imperio no lo permite.

Creo que estoy tomando la mejor decisión a mi alcance, no me queda nada por lo que quedarme.

..........
Por la noche.

Llegamos al bosque, justo por donde salimos. Ahora solo caminamos uno al lado del otro con un paso tranquilo, sin prisa por llegar a la villa o el castillo.

–En el imperio es costumbre casarse de rojo–, menciona

–¿De verdad?–, me asombro por eso. Ya que aquí es costumbre casarse de blanco.

Asiente, –Simboliza el color de la bandera y representa nuestra insignia. Es una forma de lealtad hacia el imperio–

Pienso que es lindo, además de ser su costumbre, por lo que tengo que decirle a Gyuri que confeccione el vestido.

–Una de mis doncellas hace mi ropa. Le pediré que haga un vestido para la ocasión–, comento

Él me mira de forma cálida, –No necesitas hacer eso. Puedes usar el color de tu reino si lo deseas–

Niego, –Es una tradición en tu imperio, no puedo ser una emperatriz irrespetuosa con el lugar que va a recibirme–

Él sonríe, –Suena tan lindo cuando hablas de convertirte en emperatriz–

Me avergüenzo y volteo mi cabeza.

Ambos escuchamos un chillido, por lo que volteamos instintivamente al cielo. El águila desciende y se posa cerca de nosotros.

–Es Jooman–, dice

–Entonces si tiene nombre–

Me mira levemente confundido. –¿No recordabas su nombre?–

Ahora yo estoy confundida, –Nunca lo supe–

Miro al frente, notando una especie de neblina café y después al mayordomo.

–Ah!, ¿Es un hechicero?–

Byungchan asiente. –Pensé que se habían presentado, te envié notas con él–

–Sí, pero nunca lo había visto cambiar–

–Saludos a su alteza la primer princesa–, hace una reverencia respetuosa

Muevo mi mano para que se levante. –Nos conocemos finalmente–

–Disculpe si no le dije nada, después de volar mucho me agoto, cambiar de forma también es cansado, así que temía quedarme dormido en algún lugar que no debía–