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Al fin era jueves, eso quería decir que faltaba un día para el viernes y pronto el tan anhelado fin de semana.

Chaewon se encontraba un poco más feliz, de alguna forma.

Últimamente sentía que tenía una ventaja sobre la rubia, y era molestarla.

Seguía sin comprender porque la unía terminaba rabiando, pero cada vez que Chaewon le hablaba lindo a una chica o era muy coqueta con un chico, Yunjin la miraba como si la fuera a jalar por los pelos.

Hoy en la mañana, en el laboratorio de bilogía, había sido alucinante pero no del todo, ya que terminó con un encéfalo de vaca en su cabello.

Ella tenía como compañera de mesa a Minjeong, única chica linda de su clase. Nunca habían hablado mucho pero hoy decidió ser muy encantadora con ella y, extrañamente, la chica le habló muy animadamente.

Recuerda aún cuando dijo un comentario sobre sus ojos y la chica se sonrojó. Chaewon se felicitaba internamente, no sabía que tuviera algún talento para coquetear y menos con las chicas.

Miró divertida como toda la clase Yunjin cortaba el encéfalo prácticamente clavando el cuchillo en la tabla mientras observaba a Minjeong, luego la fulminó con la mirada a ella y Chaewon prefirió permanecer alejada.

Había sido el colmo cuando Minjeong, con más confianza, había dejado un beso en la comisura de los labios de Chaewon, al despedirse. Antes de que pudiera hacer algo, Chaewon sintió un objeto pegajoso en su cabello.

Era un tentáculo del animal que acaban de disecar y Minjeong también tenía varios pedazos.

Yunjin estaba riendo con sus amigas e hizo una cara de «Yo, yo no fui» tan falsa, que por esa razón Chaewon no le dijo sus cinco palabras.

Pero igual seguía feliz, porque al salir y limpiarse, cuando volvió se encontró con que Minjeong estaba hablando con una amiga suya a lo lejos y Yunjin debía de ser quien ayudará a la pelinegra.

Le pareció perfecto, duró una hora entera escuchando los insultos de la rubia cuando ella se equivocaba y también cómo rodaba los ojos, sus hermosos ojos.

El problema era, que después de salir de aquella burbuja, cayó en cuenta de todo. ¿Que coño estaba haciendo?

No intentaba llamar la atención de ella, solo que le gustaba fastidiar a Yunjin porque era una idiota con sus amigas. Si, si, debía ser la razón. O eso misma se dijo mientras iba al salón, para su sorpresa no encontró a ninguna de sus amigas. ¿Donde podrían estar?

Intentó ir por los pasillos, buscándolas, y decidió ver el campo de fútbol. Las tres estaban allí, observando a los chicos entrenar y todos, incluso Jackson, lucían muy bien con el uniforme azul y el casco. Sakura comía unas papas de su bolsa mientras sus piernas estaban estiradas hacia adelante, Eunchae y Yeji charlaban distraídamente de temas triviales.

— No sabía que iban a estar aquí - dijo sentándose junto a Yeji y observándolas.

— Claro, se supone que hoy dan los resultados. Todas debemos estar aquí y ustedes, que son mis fieles amigas, también - dijo Yeji, encogiendo los hombros. Después se acercó un poco más susurrando - Además, creo que tengo un flechazo por el defensa.

Se refería al chico de cabello castaño y ojos café, ese era Yeonjun. Chaewon aún lo recordaba, ya que fue el quien una vez el año pasado le tomó una foto cuando estaba bañada en pintura, obviamente por una broma de Yunjin.

— ¿Yeonjun? Es un idiota - afirmó y la chica hizo una mueca.

— Tú también te fijas en la rubia idiota y yo no te digo nada. Gustos son gustos, querida - dijo cruzándose de brazos y mirando divertida a su amiga, que tenía un rubor desalándola en las mejillas.

Rivales ⊹ Purinz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora