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Yunjin obviamente seguía enojada con ella, la evitaba a toda costa y las pocas veces que se veían, sólo se burlaba de Chaewon.

Habían pasado unos días desde que hablaron, pero la pelinegra no podía estar más feliz.

Cada vez que cruzaban miradas, Chaewon la miraba burlona y formaba con sus labios la palabra "celosa" haciendo sonrojar como loca a Yunjin, quien comenzaba a gritarle.

La vida era hermosa para la pelinegra, eso hasta que llegó a su casillero.

Esperaba encontrarse con Yunjin, considerando que eran vecinas, pero allí estaba nada más y nada menos que, Jackson.

— Hola, ratita - dijo burlonamente, pero en sus ojos había odio. Chaewon no se acercó, intimidada. ¿Qué había hecho ella ahora?

— Quítate de mi casillero - dijo ya que el chico estaba impidiéndole abrirlo.

— No lo creo, primero quiero hablar contigo - dijo agitando un dedo amenazador, delante de ella.

— No quiero, ahora apártate - dijo firme, frunciendo el ceño, el chico soltó una carcajada hipócrita.

— Pues vas a tener que querer - otra vez ese brillo asesino en sus ojos, la asustaba un poco.

Intento alejarse, pero él la sujetó por el brazo y apretó el agarre, comenzó a arrastrarla por el pasillo mientras Chaewon se quejaba.

— ¡Déjame! - le exigía, pero el chico no la escuchaba.

Llegaron hasta los baños para chicos y la obligó a entrar. Ya dentro, la apretó contra la pared y la jaló del cabello, quedando frente a ella.

Chaewon se mordió la lengua por el dolor.

— Me estás lastimando... - comenzó a decir, pero Jackson la jaló más fuerte del cabello -. ¡Auch!

— Escúchame bien, Kim, porque no pienso volver a repetirlo - comenzó, acercando su rostro a la oreja de la chica -. Te quiero lejos de Yunjin, es mi novia. Yo soy quien la manosea cuando quiero, el que la besa y el que se acuesta con ella hasta hacerla delirar - le rectificó riendo y Chaewon sintió su rostro arderle.

Levanto la rodilla, queriendo darle un golpe, en verdad quería molerlo hasta que sangrara, pero el chico se anticipó a su movimiento y lo bloqueó antes de propinarle un puñetazo en el estómago. Chaewon perdió el aire.

— Buen intento, no caigo dos veces - dijo arrastrándola hasta que cayó al piso, sostenía su cabeza por el cabello mientras Chaewon se sujetaba con la mano -. Ella te odia, te detesta y en verdad, me asquea que la andes acosando. Por eso te quiero lejos de ella.

— Yo... Ahhh - gimió sin poder aguantar el dolor, el cuero cabelludo le dolía y las rodillas se le estaban afincando dolorosamente en las baldosas del piso.

— Te dejaré una advertencia - dijo el chico, obligándola a arrastrarse hasta una de las casetas y abriendo la tapa del escusado -. Espero que tengas un buen buceo.

Le hundió el rostro en el agua del retrete, no le dio tiempo ni de aguantar la respiración y Chaewon comenzó a tragar agua mientras el oxígeno se le escapaba de sus pulmones.

Se estaba ahogando y en eso, Jackson volvió a levantar su cabeza, mientras Chaewon respiraba a ahorcadas.

— ¿Te mantendrás alejada de mi novia? - preguntó amenazante, Chaewon lo miró con odio y dio a entender que no -. Sigue buceando entonces.

La volvió a hundir unas veces más y ya Chaewon estaba exhausta, lloraba amargamente y sentía los pulmones repletos de agua sucia.

— ¿Seguirás acercándote a mi novia? - preguntó por décima vez, ya aburrido, pero por primera vez observó la desesperación en los ojos marrones.

— No... no... no... - murmuraba una y otra vez con pánico, Jackson sonrió.

— Me alegra - dijo soltándola y dejándola acurrucarse en el piso -. Más te vale - le dijo antes de salir con paso seguro del baño.

Chaewon se volvió un ovillo e intentó no llorar, su cabello estaba empapado y seguía tosiendo agua. No lo pudo evitar, volvió el rostro hacia el retrete, pero esta vez para vomitar, hasta allí había llegado el almuerzo.

Ella no sabía que iba a hacer, si Jackson tenía razón, puede que Yunjin tampoco la quisiera cerca y alejarse sería hacerle un favor.

Pero Chaewon la amaba, joder. Y la amaba mucho, la sola idea de alejarse de ella la volvía loca. Pero no importa cuán enamorada estuviera, ahora había algo nuevo.

Tenía miedo, mucho miedo. Cerró los ojos, jurando aún poder escuchar las risas de Jackson dentro del baño.

Al salir, intento secarse el cabello y fue a su casillero por una muda nueva, en el camino se encontró a Yunjin junto a Jackson.

La rubia la miró, preparada para insultarla y pelear con la pelinegra, en sus ojos había un brillo divertido.

Chaewon observó a Jackson, quien la miraba dándole un guiño y la pelinegra tembló por el pánico.

Abrió rápidamente su casillero y al encontrar sus cosas se fue a toda prisa, mirando hacia el suelo, sin prestarle la acostumbrada atención a la rubia.

Yunjin la miró confundida. ¿Que había hecho?

Se encontró con sus amigas en el pasillo y terminó en la casa de Sakura, contándole sus penas, estaba con la cabeza recostada en las piernas de su amiga, llorando.

Las dos estaban en la cama, mirando una película, mientras Sakura observaba a su amiga con dolor, Jackson era un ser desalmado.

— No llores, cariño, shh - le decía acariciandole el cabello y Chaewon sollozaba.

— Ahora... no podré acercarme... igual ella... ella... me detesta - decía entre hipidos y Sakura opinaba todo lo contrario.

Últimamente había observado a la rubia y todo lo que Yunjin demostraba, era lo contrario a lo que Chaewon pensaba.

Esperaba que sus ideas fueran correctas, ya que no quería ver a su amiga llorar aún más.

Decidió distraerla y las dos se abrazaron, mientras veían por segunda vez en esa noche el Titanic.

Las dos lloraron durante un buen rato.

Rivales ⊹ Purinz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora