Epílogo

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Chaewon estaba abriendo la puerta levemente, evitando emitir cualquier ruido, no queriendo despertar a la durmiente, aún. Su esposa le había ordenado despertar a la niña, sus suegros se encontraban en un crucero por el mediterráneo y las dos adultas estaban encargadas de cuidar de la adolescente, hace dos semanas desde que llegaron a la casa.

Despertar a la chica de dieciséis años ya formaba parte de la rutina, ya que Chaewon era la única capaz de interrumpir el sueño de la chica sin terminar lastimaba. Si su esposa intentaba despertar a su hermana menor normalmente terminaba golpeada por una almohada o recibía quejidos negativos de la niña, por esa razón Chaewon era la encargada de levantarla todas las mañanas.

— Eh, despierta, bella durmiente - comenzó diciendo la pelinegra, dentándose en el borde de la cama y sacudiendo levante sus piernas.

— Mmm - fue lo único que recibió como respuesta.

Chaewon inspeccionó el cuarto de la chica, aún sin levantarse de la cama, algunas revistas y la ropa regada por el suelo. El ordenador estaba encendido y mostraba la aplicación de iTunes abierta, parecía que alguien se quedó hasta tarde escuchando canciones de The 1975.

Chaewon sonrió, era en parte su culpa que la adolescente tuviera una obsesión con esa banda y Lana Del Rey ya que desde pequeña la pelinegra le regalaba discos de sus artistas favoritos para su cumpleaños.

— Vamos, Rachie, tienes que despertar - Chaewon insistió una vez más lanzándose juguetonamente sobre el pequeño cuerpo de Rachel bajo las mantas.

Rachel volvió a gruñir acurrucándose más en la cama e intentando apartar a su pelinegra favorita de encima, aún no entendía como si hermana soportaba ser despertada por Chaewon todos los días. Era muy entusiasta y lo peor era que me daba resultado, siempre las dos hermana Huh terminaban obedeciendo.

— No, Chae, vete - dijo jadeando por falta de aire cuando Chaewon volvió a lanzarse aplastando su estómago -. ¡Agh!

— Si no quieres otro ataque sorpresa, levántate - la amenaza iba en serio y Rachel sabía eso.

Aún así, se resistió, ayer había durado hasta tarde escuchando música y mirando por la ventana, ella quería dormir al menos unas... doce horas más, si, aquello se escuchaba de maravilla.

— Déjame.

— Pero ya es de mañana, tienes que ir al instituto - le intento quitar la almohada de la cabeza forcejeando durante un rato.

Ahora por culpa de la pelinegra la castaña estaba más despierta de lo que quería este, ella gruñó nuevamente. Se resignaba a moverse de la cama, eso hasta que algo de lo que dijo Chaewon le llegó con claridad a la cabeza: instituto.

De un salto se incorporó de la cama, logrando hacer caer a Chaewon de culo al suelo. Rachel se rió un poco, su cuñada podría tener veintisiete años, pero a veces era casi tan infantil como ella. Ni hablemos de su hermana, Yunjin aún saltaba por los regalos de navidad.

— ¡Tengo que cambiarme, se me hace tarde! - la menos de los Huh pegó un salto corriendo al cuarto de baño, parecía entre emocionada h feliz.

— ¿Pero, ahora por qué tanto entusiasmo? - Chaewon rascaba su cabeza formando una mueca ya que le dolía el trasero. ¿Por que los pisos de madera debían ser tan jodidamente duros? ¿Cual era la necesidad?

Rachel volvió a salir del baño quitándose la pijama y cambiándose a trompicones por unos shorts y un jersey, Chaewon alzó su ceja observando el apuro de la chica.

— Descuida, Rachie, aún faltan veinticinco minutos. Puedes llegar - aún así, Rachel le miro sacándole la lengua y con los ojos brillantes, cepillando su cabello.

Rivales ⊹ Purinz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora