3- Noticia

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14 años después...

Jueves. El sonido fastidioso de la alarma empezaba a resonar dentro de mi habitación, eran las 6:30 AM, ayer había asistido a la gran fiesta de mi amiga Bea, había bailado con unos chicos guapos, tomamos unos tragos y nos divertimos. Estába desvelada y con un tremendo dolor de cabeza, pero había quedado con mi papá a las 7 en punto.

Me apresuré a arreglarme, opte por ponerme un casual vestido negro con lindo escote y mis zapatillas negras de plataforma, Versace. Desvelada pero siempre linda.

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Silvia tomo las llaves de su coche, cerro la puerta de su departamento y condujo hacía la cafetería donde había quedado con su papá.

Llegó y se bajó rápidamente para entrar al lugar. Ahí estába su padre sentado con dos capuchinos helados.

—Hola papá.

—Buenos días hija, siéntate por favor. —Se levanto para saludarla y darle el asiento.

—Gracias, como estás, ¿Y mamá?
—preguntó.

—Todo bien hija, tu madre extrañándote un poco, dice que no las has visitado.
—Ríe.

—Lo sé, lo siento papá, sabes que no he tenido mucho tiempo, he estado ocupada en asuntos de mi trabajo. —Si ir de fiesta fuera un trabajo de seguro sería más millonaria. Pensó.

—Bueno, justo de eso te quería hablar hija. Sabes, ya te había comentado que tú te quedarás con Global Radio, y bueno...he estado pensando...y me voy a apresurar con mi retiro...—Sonrió nervioso.

—¿Aja? No entiendo, a qué punto quieres llegar papá. —Lo miro y alzó una ceja.

—Bueno, Silvia —puso sus manos cruzadas sobre la mesa—. Tu ya tienes 25 años hija, ya eres una adulta, así que necesito que tomes las riendas de la empresa...La semana que viene.

—¿¡La semana que viene!? —me levanté de la mesa sorprendida— ¿Tan pronto, así de fácil, papá?

—Si hija, me iré de viaje con tu madre en 2 semanas y necesito que te pongas rápidamente al corriente en está semana, yo sé que te adaptarás, tu puedes, eres muy madura.

—Si papá, solo que pienso que es muy pronto...—Suspiro preocupada.

Es una gran responsabilidad, ser la nueva jefa de la empresa, adiós fiestas, adiós noches divertidas ¡Adiós a todo! No puede ser.

—Bueno Silvia —continuó mi padre—, otra cosa que quería comentarte es que una empresa muy exitosa y famosa eh, "La Costeña" quiere invertir con nosotros, es un trato que se organizó, somos la red más escuchada y vista mundialmente, ayudaremos a promocionar algunas cosas y otros labores que nos van a beneficiar bastante a todos.

—Sigue. —miro atentamente a mi padre, curiosa.

—Como te decía, quiere que nos unamos y por supuesto que acepte, el señor Pedro es un multimillonario, aparte que esto nos ayuda a todos como ya te dije, por eso acepte el acuerdo, aunque tú tendrás que hacerte cargo de ello, como la nueva jefa, el Lunes tienes que estar ahí para firmar el tratado.

—Ay papá, pues si no me queda de otra.

—¡Muchas gracias! Sabía que podía contar con mi princesa. —Se levanta y mi abraza.

—me río nerviosamente— Para eso está la familia, ¿No?

—Silvia... —se separa del abrazo.

—¿Si?

—Solo que hay un pequeño problema hija. Algo pequeño y insignificante, jeje...

—¿Que es? —pregunto intrigada.

—Tendrás que mudarte a Los Angeles.

—¿¡QUE!? —Me quedó completamente helada, ¡eso sí no!

—Si Silv, no te había comentado pero hace tiempo tengo un edificio en Los Angeles dónde se instalará la nueva Global Radio, dónde tú serás la jefa.

—¡Pero por qué no me habías dicho nada! Perdón por alzar la voz pero, es que ¡No puede ser! ¿Mudarme? ¡Otra vez!
—Tragame maldita tierra, que acaso nunca podré éstar en un lugar sin tenerme que estar mudando a cada rato.

—No tenía la oportunidad de decirte. Se que no te agrada mucho la idea, pero, mira el lado positivo, la empresa La Costeña está operando en Los Angeles igual, no será dificultad para trabajar juntos; Por favor hija, necesitamos que tomes las riendas, ya estás grande Silv
—me mira con cara triste—, ¿Quieres que nuestra empresa quede en banca rota?

—Ahhh, ¿Ahora estás chantajeandome papá?

—¡Por supuesto que no Silvia! Solo necesito que seas conciente que necesitamos aprovechar está oportunidad, nos va beneficiar a todos, aparte vas a ganar 10 veces más de lo que ganabas en tu trabajo.

—Ahh... Sabes que el dinero no me importa papá. Pero es que no puedo decirte que no.

—¡Gracias, Dios! Créeme, todo va salir bien, gracias hija, nos salvas a la familia y salvas a todos los que dependen de nosotros. —Me abraza.

—Esta bien, haré lo posible para que todo salga bien. —le correspondo el abrazo.

Será difícil, lo sé.

—La casa en Los Angeles será toda tuya, mañana puedes ir organizando la mudanza para que llegue rápidamente el domingo. Nada te va faltar, tendrás todo, hasta tu coche. Yo me ocupó de eso, solo ve empacando todas tus cosas.

—Gracias papá... Pues, mejor me voy despidiendo de mis amigos, y a empacar mis cosas. —Lo miro nostálgica.

—Esta bien, te veré mañana hija.

El deseo en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora