Se secaron y Jorge se sentó en un pequeño sofá. Silvia preocupada empezó a dar vueltas por la habitación.
-Tranquila Silvia, me asustas.
-¿Cómo quieres que esté tranquila, Jorge? Estamos bajo una gran tormenta, ¡EN UN LUGAR CERCA AL MAR! ¿Que tal si nos lleva un tsunami? -dijo dramática-. Además, ¡Estoy encerrada contigo en esta habitación que gracias a Dios por lo menos tiene luz!
-Ayyy pero no grites. ¡Ya lo sé! Acaso te da miedo las tormentas o te molesta éstar atrapada conmigo. -bufó Jorge.
-Las dos cosas. -confeso fríamente la chica.
-Vaya... -se levantó del sofá- y yo que pensé que ya nos llevábamos bien Silvia, creo que me equivoqué.
-¿Ah sí? -dijo sarcástica-, y como quieres que nos llevemos bien después de que dijistes que no te ibas a liar con Elizabeth, y terminaste con ella. -sonrió recelosa.
-¿Que? -pregunto confuso-, de que carajos me estás hablando.
-Ayy ahora te haces el que no sabes, ¡Sinvergüenza! -dijo molesta.
-Estas mal Silvia. Yo no he estado con esa tipa.
-confesó Jorge.-Uy si... -rodeo los ojos la castaña-, Entonces por qué contestó tu celular mientras estábas descansado muy "agusto".
-¡No lo sé! De seguro esa estorbosa vió que sono mi celular mientras yo dormía y lo tomo sin mi permiso, sabés que ella hará todo por fastidiar.
-Mhm. -nego la cabeza decepcionada.
-Ahhh si -la tomo suavemente del mentón y la hizo que lo mirara fijamente-, ¿Estás celosita por mi? Por eso has estado muy extraña, verdad.
-¡Claro que no! -mintió-, da igual. Me da igual lo que hagas. No me interesa nada de ti.
-Mentirosa. Si no, no me hubieras reclamado. -sonrió pícaramente.
-Ya. No te creas tan especial Jorge, no lo eres.
-Ambos sabemos que soy muy especial para ti, no lo niegues. -le dijo mirándola a los ojos.
-Hasta crees. -exclamo Silvia.
-¿Crees que no me doy cuenta? La manera en que me miras. Con tan solo verte a los ojos puedo sentir que me deseas tanto como yo a ti, o dime ¿Éstoy mintiendo?
Silvia se sonrojó y volteo a otro lado con el ceño fruncido.
Jorge solo se limitó a reír por la notoria verdad de Silv.
Ella incómoda y extrañamente excitada, intento cambiar de tema para ignorar la gran tensión que se sentía.
-No hay nada que hacer en este lugar, ni televisión tienen. -reclamo Silvia.
-Pero mira -señalo Jorge a una caja que posaba encima de la mesa-, hay un estéreo.
-Si, como del año de cristo. -dijo sarcástica.
-Heyyy, es una joya. Vamos a ver si funciona.
Jorge se dirigió a la pequeña mesa donde estaba el estéreo. Silvia lo acompaño.
-Eso ni ha de funcionar Jorge, se ve muy antiguo.
El presionó el pequeño botón de encendido y el estéreo empezó a reproducir la radio.
"Y ahora pondremos el especial de música ochentera para disfrutar de está linda noche lluviosa."
La canción "Hysteria" de Def Leppard empezó a sonar en el estéreo, el sonido de los rayos y la lluvia combinando con la música daba un ambiente muy caluroso y romántico.
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El deseo en tu mirada
Romance¿Se puede el rencor convertir en deseo? La única manera de comprobarlo es fácil, con tan solo verte a los ojos puedo notar el deseo en tú mirada. Quien iba pensar que su vida iba cambiar tan repentinamente, por la persona que menos quería ver en el...