Patadas

401 22 9
                                    

"All Blue"

Es era el sueño de Sanji desde mucho antes de conocer a el que es su padre adoptivo.

Un restauran grande, elegante, decorado como si este fuera una extención del mar, una dónde todos las criaturas del mundo pudieran juntarse.

Sanji amaba el mar, era una de las cosas que más le gustaba en el mundo y le encantaba cocinar todo lo que podía encontrar allí.

Y, después de dos años y medio de estudio en una de las mejores universidades de gastronomía de Tokio y de trabajar sin descanso en el Baratie y ahorrar moneda tras moneda.

Logro cumplir su sueño de abrir su restaurante en una calle donde el turismo era bueno y casualmente cerca de la comisaría de Zoro, por lo cual a Sanji le quedaba perfecto.

No era el lugar más ostentoso de mundo pero tenía sus cosas, sus paredes estaban pintadas de un azul que simulaba perfectamente al océano y sobre ellas sobresalían estructuras de metal doradas parecidas a varias especies de de peces.

Las mesas eran todas redondas, cubiertas de manteles blancos, tan pulcros que asta envidia daban y sobre estos se acomodaban según el número de comensales platos azul-pastel, acompañados con cubiertos dorados.

Sanji no pretendía ser exagerado, solo quería que cada persona que entrara a su local y se sentará a comer sintiera lo mismo que el cuando veía el mar, paz, tranquilidad y algo así como la esperanza.

Para su suerte estaba en uno de los distritos dónde el mar si se podía ver.

Mañana, día y noche, el restaurante era concurrido por varias personas; Sanji tenía cierto favoritismo por atender familias, le gustaba escucharlos hablar, jugar, bromear y reír y el podía sentirse parte de esto a través de la comida que servía a la mesa.

El rubio miraba desde el otro lado de la calle las dos puertas de cristal de su restaurante, por fuera era casi igual que adentro, pintado de azul y con esas estructuras doradas escribiendo "All Blue" en lo más alto del edificio.

Sanji sonrió recordando todo lo que le costo solo comprar el lugar para luego tener que remodelar muchas cosas, asta lograr abrir sus puertas.

Camino tranquilamente cruzando la calle, esperaba no meterse en problemas por no usar la senda peatonal.

Cruzó las puertas del local, varios de los comensales que estaban desayunando lo miraron, algunos lo conocían y se alegraron de verlo y luego no pararon de felicitarlo al notar su barriga hinchada, cabe aclarar que solo Luffy y sus hermanos sabían sobre su embarazo.

Al día siguiente de llegar a casa y después de que Zoro estubiera en llamada con su padre casi por dos horas siendo sermoneado, porque? quien sabe; a Sanji le llegó un mensaje de Sabo preguntándole si prefería los gatos o los perros, no entendió al principio pero antes de que pudiera responder el otro rubio le mando una foto de unos peluches: un gato, un perro y un conejo, con un pie de foto que decía "no importa, no nos pudimos decidir así que compramos uno de cada uno".

Sanji dedujo que obviamente que Luffy les había contado.

Termino de saludar a sus comensales con una de sus sonrisas más agradable, de esas que solo usaba en el trabajo.

Y continuo su camino asta la cocina que se encontraba detrás de una barra de bar, paso la puerta y vio a todos sus empleados trabajando con calma, era temprano en la mañana y la gente pedía cosas simples para desayunar.

Tres Vidas Para Un Cocinero Y Un Espadachín (ZoSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora