𝑬𝒍 𝒅𝒊𝒍𝒆𝒎𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒔𝒆𝒙𝒐 • [ ᴋᴏᴏᴋᴛᴀᴇ ]

06. Enamorado

El fuerte resplandor de los rayos del sol era insoportable, provocando que frunciera el ceño y llevara una de sus manos frente a sus ojos para tratar de cubrirlos.

Una sensación de extrema frialdad lo hizo sobresaltarse sobre el césped, incorporándose de un solo movimiento antes de mirar con molestia a quien se había sentado a su lado.

Jeonghan sostenía una lata de soda fría a su lado mientras sonreía, la había colocado en su mejilla para llamar su atención.

—¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en clase de artes ahora?—Preguntó al ver que Kim tomaba la lata de sus manos, abriendo la propia para poder beber, escuchando el burbujeo de la bebida entre sus manos.

—El profesor no vino, así que tengo la hora libre.—Contestó al beber de la soda, limpiando la comisura de sus labios al terminar y dirigiendo su mirada al basto campo frente a él.

Estaba sentado en el césped, a unos cuantos metros de distancia del campo principal en donde se hacía ejercicio, aunque estaba debajo de un árbol los rayos de sol se filtraban entre las hojas, haciéndolo sentir irritado de un momento a otro, pero ni siquiera así era capaz de cambiarse de lugar para ir a otro lado.

—¿Así que decidiste venir a este lugar para descansar?

El pelinegro asintió.

—¿Realmente estás aquí por eso?—Jeonghan dirigió su mirada al frente.—¿O viniste a observar ha "alguien"?

Ante el alguien Taehyung dirigió su mirada al mismo lugar en el que los ojos del castaño estaban postrados.

Justo en el campo principal estaba un grupo de jóvenes realizando una prueba de relevos, algunos corriendo y otros calentando en las esquinas. Y bueno, entre los que se preparaban para una nueva carrera estaba Jeon Jungkook.

El azabache calentaba al hacer estiramientos, escuchando algunos consejos del entrenador que estaba con ellos.

—Jungkook dice ser muy tímido, pero siempre se involucra en los deportes de la universidad.—Rió leve Jeonghan.

Taehyung bebió nuevamente de su lata de soda, dejandola en sus labios aún si ya no consumía más, vio a Jeon terminar sus calentamientos y acomodarse en una de las yardas, esperando la indicación para salir corriendo y alcanzar al nuevo relevo.

—Viniste a verlo, ¿No?—Preguntó nuevamente el castaño.

Kim se encogió de hombros restandole importancia.—Si, ¿Y qué?

—¿Puedo saber la razón?

El silbato que el entrenador retenía entre sus labios resonó fuertemente, y con ello Jeon flexiono sus piernas antes de dar una fuerte zancada y sin más correr rápidamente, rebasando de un momento a otro a los demás participantes.

—Me gusta verlo haciendo deporte, es la única oportunidad en la que puedo ver sus muslos sin verme demasiado obvio. Sobre todo a la distancia a la que estoy.—Dijo sin pena alguna, sonriendo sutilmente cuando lo vio ser el primero en llegar al nuevo relevo, teniendo demasiada ventaja por encima de los demás.—¿Crees qué si le pido como pago ahorcarme con sus muslos mientras se la chupo, aceptaría?

Jeonghan le dedico una mirada de horror al escuchar su petición, alejándose un poco de forma dramática.

—¿Serías capaz de pedirle eso como pago?—Preguntó mientras arqueaba una ceja.