San Juan era un lugar en el que uno nunca podía confiarse con respecto al clima, a Alejo le habían advertido de esto mismo, pero él creyó que solo era una exageración y no le dió importancia, y ahora se arrepentía.
A la selección sub20 les habían dado una tarde de descanso, por lo que decidió salir al patio del hotel a tomar unos mates y apreciar la vista del atardecer, pero el clima calido de la tarde se había convertido en un ambiente frío con un viento que le congelaba hasta los huesos. Alejo podría subir tranquilamente a su cuarto y buscar un abrigo... pero nuevamente, se arrepentía de no haber escuchado las advertencias, no había traido algo más que un simple sueter de lana.
La situación que Matias se encontró al salir al patio, describía perfectamente lo mencionada, un Alejo acurrucado haciendolo ver dos veces más pequeño que su tamaño real, mientras el silencioso ambiente era interrumpido por el sonido de los dientes ajenos al tiritar. Soule sonrió con algo de ternura debido a esto y se acercó al chico, sentandose en aquel sillón junto a él.
"-Ale... anda a buscar un abrigo-" Le dijo tranquilo el de la Juventus.
"-Es que no traje-" Contestó con algo de pena el de Rosario mientras se acomodaba mejor, para poder ver al marplatense.
"-Boludo-" le respondió el mencionado, negando con la cabeza, y luego volvió a hablar. "-Vi algo en una peli, pero capaz es raro, si queres podemos probar-".
Veliz lo miró con desconcierto pero asintió, daría todo con tal de sentir algo de calor.
Matias al ver que el contrario no se negaba, tomó las manos de este y sonrojandose levantó un poco su propia camiseta, sintiendo su piel erizarse cuando una raga de viengo chocó contra está, y sin dudar más, metió las manos del chico bajo las capas de ropa que tenia. Sin mirar a Alejos a los ojos, debido a la timidez, se estremeció por el frío de las manos contrarias en su piel, y como si de una estufa se tratase, Veliz se acercó a Soule, pegando sus manos al abdomen del muchacho, recostandose casi sobre el cuerpo ajeno.
Matias se sorprendió pero lo dejó hacer, llevando sus manos a la espalda del contrario tratando de brindarle calor mediante caricias, intentando ignorar las frías manos que acariciaban su abdomen.
"-Gracias Mati... ahora voy a usarte cono estufa-" Bromeo Alejo, intentando alivinar la tensión del ambiente, provocando una risa tímida en Matias.
Pero quizás no fue solo una broma, y quizás Alejo comenzó a utilizar el frío como excusa para poder meter sus manos bajo la ropa de Soule.