Alejo se levantó aquél día creyendo que aún estaba en su sueño, le habían ganado a Nueva Zelanda y habían clasificado primeros del grupo, efectivamente tenía que ser un sueño y uno muy lindo; por lo que no sé molestó en controlar y pensar su accionar y simplemente aprovechó a vivir ese sueño con tranquilidad.
Bajó a la cocina del hotel, buscando algo para comer, puesto a que su estómago gruñía debido al hambre... ese sueño se sentía muy real, pero no le dió importancia, él no funcionaba si tenía el estómago vacio, la realidad de su sueño lo pensaría después.
Estaba sirviendose unas tentadoras medialunas, cuando un sonriente Matias se acercó a saludarlo, y confiando en que era uno de sus tantos sueños, donde él y el mayor eran novios, se acercó al delgado cuerpo del chico y tomándolo por la nuca lo besó con deseo y hambre, casi como si sus labios fuesen aquellas tentadoras medialunas, sintió que el contrario se sorprendía pero rápidamente le correspondía el beso; y luego de un rato y por la falta de aire se separó, no sin antes bajar su mano a pellizcar una de las nalgas del muchacho, ese culo lo volvía loco, y si era su sueño iba a aprovechar. Aunque nuevamente lo sintió muy real, vió el rostro de Matias sonrojarse y sonriendo susurró.
"-Buen día amor, vení a desayunar conmigo.-" Y sin darle tiempo al sorprendido chico, fue hacía una de las mesas, se sentó allí y comenzó a comer, sonriendo al sentir que Soule se sentaba a su lado, y casi con posesividad, apoyó su mano sobre el muslo ajeno, acariciando este con suavidad.
Luego de unos minutos en silencio y luego de haber podido llenar su estómago, el cerebro de Alejo comenzó a despertar, primero dió un suave apretón al muslo blanquecino del muchacho, y al sentir que este daba un respingón lo miró con atención.
"-Esto no es un sueño, no?-" Dijo luego de un rato sintiendo sus mejillas arder.
"-Creo que no... según yo se siente muy real-". Susurró igual de tímido Matías.
No culpen a Alejo, su sistema no funciona sin comida en su cuerpo, y esta vez su mente lo había traicionado... pero quizás no tanto, al fin y al cabo se animó a hacer aquello que tanto deseaba, y le había salido bien, ahora se había conseguido un lindo novio.
