(A Priscilla Plazaola)
Te conocí cuando yo menos lo imaginaba,
y cuando ni siquiera pensaba en el amor;
pero la extraña fuerza que hay en tu mirada
llega al punto más sensible de mi corazón.
Por las noches contigo quiero soñar,
y me duermo pensando que estás conmigo...
esos sueños que no me atrevo a olvidar
porque sé que un día se habrán cumplido.
Por el día tú te robas mi tranquilidad;
un ímpetu escalofriante sobre mi alma siento.
Muero en la rebeldía de mi inseguridad,
muero, y aún, sin poder decirte lo que siento.