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Casi un mes desde que Olivia murió, casi un mes desde que papá murió. La noche del cumpleaños de Olivia una bala la impacto a ella y a Ruby y la otra bala impacto sobre mi padre.
Es tan triste y horrible pensar que la vida de un ser humano se puede ir tan rápido, tan fugaz.
— nena vamos. Hablo mi madre con una clara tristeza en su voz. — Geny nos invito a la cena de año nuevo, no puedes quedarte encerrada para siempre.
— prefiero quedarme mamá. Solté sin muchas ganas de salir.
— por favor, hazlo por mi. Hablo y entonces me levante. — te buscaré un lindo vestido.
Me levante sin ganas y me prepare con el vestido que me busco mi madre.
— te ves preciosa. Hablo mi madre con una notoria voz rota. — vamos antes de que sea tarde, buscaré la lasaña.
En todo este tiempo no había visto a los chicos, ni a Oscar. Muchas veces dormía con mi madre, ella lloraba todas las noches al igual que yo pero esta más devastada.
Al llegar a casa de Ruby nos reciben con abrazos y sonrisas.
— Ruby esta en el cuarto de los cuates mija. Me sigo la mamá de Ruby y fui hacia allá.
— hola tu. Solté y Ruby se levantó de su cama. Me senté junto a él.
— Maddy no creí que vendrías, me alegro verte. Habló este y me abrazo.
— también me alegro verte, mi madre a querido que venga, no quería levantarme. Solté. Ambos nos sentamos con las piernas cruzadas como dos niños pequeños.
— ¿haz hablado con alguien después de lo que pasó?. Pregunto.
— mi madre quiere que vea un psicólogo, no manejo bien las pérdidas pero le he dicho que no ¿tú has hablado con alguien?.
— no, apenas salí del hospital. Ambos solo estábamos ahí sentados, en silencio, un silencio frío, un silencio doloroso.
Después de un rato no se como llegamos ahí pero estábamos con abuelita fumando hierva. Cuando salimos Ruby y yo todo drogados vimos a un chico como de mi edad.
— Mario. Grito Ruby.
— Mario ella es Madelaine y ella es su madre Maria, Maria y yo crecimos juntas. Hablo Geny emocionada.
— es un gusto. Le sonreí, el me devolvió la sonrisa y asintió.
— Mario dinos ¿Cuál es la sorpresa?. Pregunto la mamá de Ruby emocionada.
— feliz año nuevo. Grito Monse al entrar. — ¿saben qué hay una blanca embarazada en el pórtico?.
— sorpresa. Dijo Mario nervioso.
Estábamos sentados a la mesa mirando a la chica, Amber. — siento mucho su perdida, mis condolencias para todos y como beneficiaria del privilegio blanco, esta clase de pérdidas son desconocidas para mi así que a nombre de mi gente, lo siento por mantener a su gente oprimida. Todos la miramos realmente indignados.
— gracias Amber supongo. Habló la mamá de Ruby.
— mamá todo se ve delicioso. Volvió a hablar Amber y está vez me reí sin que lo notarán, esta chica es tan blanca.
Yo solo salí de la casa sin que lo notarán, estaba fumando un cigarro mientras caminaba.
Estaba caminando hasta que vi como los santos incluyendo a Oscar le ladraban a Cesar mientras este se iba, corrí tras el pero Oscar me tomó del brazo.
— Maddy ¿estás bien?. Me miró a los ojos y enseguida pudo deducir que no, me conoce lo suficiente para saberlo, me abrazo pero lo rechace y empuje.
— no me toques. Le solté. — primero obligas a Cesar a que casi mate a una persona, luego me dices que mis problemas no son nada, mi padre murió por algo que bien pudiste hacerlo tú o alguno de estos idiotas. Grite para que me escucharan todos ellos. — después no apareces en todo este tiempo y ahora quieres abrazarme ¿me estas jodiendo?.
— lo siento, debí estar ahí para ti, debí ayudarte cuando pude y en definitiva no debí decir eso pero no me arrepiento por lo de Cesar, nos traicionó. Admitió.
— debiste, debiste. Hable cruzándome de brazos. — te duele la traición pero eso es lo que estas haciendo al no ayudar a Cesar, eso no lo hace un hermano. Iba a caminar pero el hizo un ademán en seguirme pero lo miré a los ojos, me negué y me fui.
Al volver vi a Cesar junto a Ruby, estaban abrazados. Cesar levantó la mirada y me vio, camino hacia mi con las lágrimas corridas en sus mejillas.
— lo siento, de verdad lo siento. Soltó mientras lloraba. — es mi culpa que tu padre esté muerto, estoy arrepentido, lo lamento.
— no es tu culpa, no es nada tu culpa. Ambos nos abrazamos mientras lágrimas salían de mis ojos.
Los cinco nos paramos delante del altar de Olivia.
— Olivia. Hablo primero Cesar. — nunca olvidaré tu bondad.
— todo el apoyo que nos dabas. Le siguió Jamal.
— tu hermoso corazón. Habló esta vez Ruby.
— tu facilidad para sacarnos una sonrisa. Hablé con la voz rota.
— y tú amistad incondicional, eres la primera amiga de verdad que he tenido y hasta que te conocí, no sabia de que me perdía. Termino Monse.
Ruby saco el último regalo que le iba a dar a Olivia, esta a punto de ponerlo en el altar. — deberías abrirlo. Habló Monse.
Ruby abrió el regalo y era un diccionario, nos reímos. — es el peor regalo. admití.
— ¿Qué tiene de malo querer mejorar las habilidades de alguien?. Pregunto Ruby.
— apoyo a Ruby, esa chica era muchas cosas pero definitivamente no lingüista. Habló Jamal.
— si, una vez le dijo la horchata. Dijo Cesar.
— horacha. Soltó Monse.
— y no fue solo una vez. Terminé de decir.
— la extraño. Dijo Ruby y ellos de abrazaron.
— les he estado escondiendo algo. Dijo Jamal.
— también yo. Dijimos Cesar y yo al mismo tiempo.
— no tengo a donde ir. Habló Cesar.
— pero dijiste que... Monse fue interrumpida.
— estoy muerto para el. Dijo Cesar.
— y el esta muerto para mi. Hablé y todos me miraron. — mi madre quiere mudarse de Freeridge.
