«•12•»

991 101 26
                                    

«VENGANZA»

La buscaron en lo más hondo y en lo más alto, desde el amanecer hasta el eclipse y desde el eclipse hasta el amanecer, recorrieron Awa'tlu de punta en punta e incluso regresaron al lugar en donde Lo'ak recordaba haber recibido el golpe, pero nada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




La buscaron en lo más hondo y en lo más alto, desde el amanecer hasta el eclipse y desde el eclipse hasta el amanecer, recorrieron Awa'tlu de punta en punta e incluso regresaron al lugar en donde Lo'ak recordaba haber recibido el golpe, pero nada. No había nada. Ni rastro de Nai'rí.

No había un día en el que no se derramaran lágrimas de coraje, odio, impotencia, nostalgia, dolor y furia. Incluso la pequeña Tuk ayudó en lo que pudo a buscar, todo fue en vano. Aún cuando todo el pueblo se unió como uno solo en la búsqueda, no parecía haber señal de la chica.

Tsireya estaba realmente preocupada, desde aquel día, Lo'ak había adoptado comportamientos extraños, rehuía del contacto físico, tenía pesadillas, insomnio, siempre estaba de mal humor, e incluso a veces, lloraba por nada.


"Tsireya, ya te lo he dicho ¡no me toques!"

"¿Qué es lo qué pasa contigo?"

"Nada, solo no me toques, por favor... "


Le habló a los señores Sully sobre la actitud de Lo'ak, solo quedó con más dudas, entre ellas, el si las lágrimas en lo ojos de Neytiri eran de dolor, preocupación o furia.

"Su conexión, Ma Jake, lo hemos olvidado"

Intentó hablar con el, hacerle abrirse para tratar de entenderlo, pero él siempre se mostró arisco y cerrado a dar explicaciones. Aunque no le gustaba la idea, ella presionó con la mayor delicadeza posible.

—Lo'ak, desde que Nai'rí desapareció haz estado actuando raro, ¿qué ocurre? Veo que sufres, y me duele no poder ayudarte— le dijo, él le daba la espalda, tomó su mano y lo giró para quedar cara a cara.

Recuerda perfectamente como el gruñó con dolor y se dejó caer sobre sus rodillas, mientras sus ojos poco a poco se cristalizaban hasta que las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

—Ya no puedo, Reya— susurró, tapándose la cara con sus manos —Ya no puedo—.

Ella se acuclilló e intentó abrazarlo, pero él se asustó, retiró y bloqueó su camino con sus brazos sin parar de llorar, tratando de mantenerla alejada aunque en realidad no lo quisiera totalmente así —¿Qué te ocurre, Ma Lo'ak?—

Ante el apodo que usó, las últimas barreras que el Omaticaya mantenía cayeron echas trizas, sin poder seguir callando. Y le contó todo lo que sintió —¿Recuerdas que te mencioné que Nai'rí y yo estamos conectados?—

Tsireya asintió, con los ojos muy abiertos e inundados, expectante a lo que el chico le quería decir.

—Sonará ridículo— murmuró avergonzado, sentándose sobre sus rodillas y jugueteando con sus manos sobre su regazo —Pero... sentí claramente como si me lo hubieran echo a mi— confesó, con la voz quebrándosele —Sentí sus manos tocándome, jalándome el cabello, golpeándome, lo sentí todo Reya, fue horrible—

 FALSEDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora