Red Velvet [CREAM]

Dirty Harry

La cabaña en medio del bosque. Húmeda como la cueva de un lobo, apenas presente entre los miles de árboles y hojas siendo movidas por el aire. El ambiente era tan callado como el bosque podía ser, incluso invadido por algunas personas al rededor del mismo. Varios vampiros a órdenes de Nightmare se encontraban descansando, tomando y fumando como desquiciados, simplemente pasando el rato en lo que cumplían con las órdenes. Parecía ser que realmente Nightmare tenía muchas personas a su favor, y por eso mismo, era más que un simple bully de preparatoria.

En las profundidades de la cabaña, se encontraba el albino quien yacía en el suelo, encadenado y en un estado muy poco cuidado. Claro, a los seguidores del pelinegro no les importaba del todo su físico o mente. Y como tal, el albino parecía ser sólo un juguete más entre tantos planes. Se preguntaba, ¿Desde cuándo fue que mi vida cambió tanto? ¿Si quiera hay manera en la que me puedan rescatar? Incluso... ¿Mi padre estará preocupado de mi paradero?

Nada que no fuera el silencio prevalecía en la cabaña, mientras que a las afueras, en las dimensiones del bosque, los al menos 15 hombres de Nightmare se la pasaban afuera sin importancia. Pronto sabrían... que estaban por ser asaltados.

Entre todos esos, alguien de rango mayor se encontraba vigilando la zona, se trataba de Error. Este estaba en uno de los altos árboles, pareciendo estar aburrido mientras descansaba en la rama que lo sostenía. Pensaba, mirando al cielo, las razones por las que estaba ahí. Nightmare bien sabía que era un buen estratega, pero no es bueno trabajando en equipo o lidiando con comandar personas. Odia eso, no quiere estar ahí pues piensa que alguien como Murder sería más apto para esto. Parecía gruñir mientras se encargaba de tejer sus hilos, claro, eso hacía cada que se aburría o ponía ansioso.

"Pensando mucho las cosas, ¿abuelito?"

Las palabras le hicieron soltar un suspiro, cerrando los ojos.

Error: ¿Puedes dejarme en paz? Nightmare no te pidió que estuvieras por aquí. Es más, ¿No se supone que ni siquiera trabajas para él?

Hacía el mayor esfuerzo para no tartamudear del estrés que le provocaba la presencia de esta persona. Esta, en cambio, pareció sonreír a sus espaldas. Moviéndose entre las ramas con finura.

"No puedes pedirme que no venga a ver lo que haces, sobretodo porque parece que tu trabajo es muy aburrido. No te gusta estar aquí, eso se nota mucho"

Error: Eso no te incumbe en lo absoluto. ¿Nightmare te envió o algo así y no me avisó?

"Oh vamos, no puedes ser tan gruñón, abuelito. ¿Qué tal si mejor te coses una bufanda extra? Creo que la vas a necesitar para ahorcarte cuando nada salga como quieres"

Error: ¿¿Puedes dejarme en paz?? Ve a matar a alguien por ahí, demente de mierda...

Fue que al haber pronunciado esas últimas palabras que de repente tenía al acompañante en frente, parado con las manos en la espalda y con el torso inclinado hacia abajo, una forma para no agacharse al estar hablando con el moreno sentado. Su mirada escondía poder, un poder que al mismo Error le incomodaba no saber cómo lidiar. Pero no guardó la cola entre las patas ante la simple mirada de esta persona, si así se le podía llamar.