Capítulo 4 ~ Grimaldo

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Sasha era la que siempre solía despertarse primero de las tres allí y los días domingo siempre aprovechaba para hacer un poco de yoga en la sala de estar, aquello le ayudaba a relajarse bastante.

Ya se había colocado la ropa con la que solía hacer sus ejercicios; sin embargo, al llegar a la sala se detuvo abruptamente al ver un objeto extraño y no identificado colocado sobre uno de los estantes de madera que se encontraban allí.

—Pero ¿qué es esto?—preguntó en voz baja mientras se dirigía hacia la pecera de tamaño mediano y en el que residía un solitario pez.

—¿No es lindo? Lo traje hace un rato—le dijo Frieda, apareciendo tras ella, a lo que no pudo evitar dar un respingo—. Siempre quise tener una mascota como un perro o un gato, pero mi padre nunca me dejó.—Torció el gesto y una sombra oscura atravesó sus ojos, pero los disipó con rapidez y continuó hablando mientras volvía a sonreír—: Y dado que vivimos en un lugar muy reducido, me decidí mejor por un pez.

Sasha observó al pez que se movía de un lado al otro sin ser consciente de su entorno y de las dos mujeres que lo miraban con atención.

—Parece ser un Pterophyllum scalare—apuntó Sasha.

—¿Un qué?—Frieda la miró confundida.

—Un pez ángel.

—Ah, supongo.—Ladeó la cabeza y miró a su nueva mascota—. Hace un par de días cuando pasé por la tienda de mascotas lo vi y se me hizo bonito, así que hoy me decidí a traerlo.—Repicó la luna de la pecera con una uña—. Su nombre es Grimaldo.

Sasha soltó una pequeña risa.

—¿Cómo estás tan segura de qué es macho?—preguntó con curiosidad.

Ella se encogió de hombros.

—Me lo parece, además, tiene cara de llamarse Grimaldo, por lo que estoy segura de que es macho.

Sasha sólo entrecerró los ojos y negó con la cabeza.

Poco después retomó sus clases de yoga acompañada de música instrumental e inciensos de canela y clavo hasta que, cerca de las nueve de la mañana, apareció Mikasa en la sala.

—Pero ¿qué es eso?—preguntó al notar la pecera.

—El pez de Frieda—le explicó Sasha terminando de enrollar su lona—. Su nombre es Grimaldo, aunque acabo de averiguar que en realidad es hembra, pero no le digas nada, parece estar muy contenta con "él".

Mikasa la miró aún más confundida, pero no dijo nada, de hecho, ver al pez le hizo pensar que traía una buena vibra al departamento, aunque de inmediato sintió lástima por la pobre criatura, después de todo sabía que Frieda podía llegar a ser un poco distraída a veces y su primera negligencia había sido ponerle un nombre que claramente no era para ella.

Mikasa la miró aún más confundida, pero no dijo nada, de hecho, ver al pez le hizo pensar que traía una buena vibra al departamento, aunque de inmediato sintió lástima por la pobre criatura, después de todo sabía que Frieda podía llegar a ser un p...

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