Capítulo 14 ~ Podemos ser amigos

263 17 55
                                    

Mikasa alisó el vestido corto y plisado en color azul que llevaba, al tiempo en que se mantenía sentada en una de las sillas de aquel jardín en el que se llevaría a cabo la recepción.

El ambiente era encantador, con una cantidad exorbitante de flores por doquier que desprendían su dulce aroma, así como la tenue música que había de fondo, una sinfonía casi perfecta.

—¿Crees que falta mucho para que empiece?—preguntó ella con bastante ilusión, después de todo, no siempre tenía la oportunidad de asistir a la celebración de un matrimonio.

Hitch negó con la cabeza.

—De hecho no, mira, ahí viene la novia.—Le dio un ligero codazo y le señaló con el mentón que mirase hacia atrás.

Ella lo hizo y no pudo evitar sonreír, ya que aquella chica lucía increíblemente hermosa con aquel vestido corte sirena que se ceñía perfectamente a sus curvas y el tocado realzaba su rostro bastante bien maquillado. En conjunto, todo en ella lucía bastante regio e imponente, lo que le hizo sentir un poco de celos, ya que desde hace un tiempo no había dejado de pensar en que realmente le encantaría casarse y si fuese pronto, aún mejor.

—Se ve muy hermosa—apuntó la pelinegra sonriendo—, ¿cómo me dijiste que se llamaba?

—Ilse Langnar, es una conocida mía, aunque no conozco a su prometido, de hecho, somos amigas un poco lejanas y por eso te pedí que me acompañaras para no estar sola aquí—murmuró cerca de su oído, ya que la música de fondo se había elevado y el cortejo nupcial había emprendido su marcha hacia el altar.

Hitch era su vecina y se conocían desde hace relativamente poco, cuando se mudó al vecindario, ambas se habían caído bien al instante. Al inicio, Mikasa no se había sentido muy segura de querer acompañarla, ya que tenía planeado pasar el fin de semana junto a su novio, debido a que la próxima semana comenzarían susclases en la universidad, era su segundo año y se encontraba bastanteemocionada.

Sin embargo, este le había dicho que no podría participar del plan, ya que le había surgido una emergencia familiar, por lo que debía retornar a Sina, su ciudad de origen, y que no estaba del todo seguro cuando regresaría, pero que la mantendría al tanto. Fue por esa razón que aceptó de último minuto la invitación de Hitch, aquello sería era mejor que quedarse sola en casa con su madre.

—Yo que tú, no le quitaría el ojo al ramo cuando Ilse lo lance más adelante.—Soltó una risita discreta—. A lo mejor eres la próxima.

La joven sonrió con bastante ilusión, después de todo nunca había estado más segura de amar a alguien con total entrega como lo hacía con él.

—Veremos qué pasa—le respondió.

—Aquí viene el novio.—Hitch la apremió para que mirase nuevamente hacia atrás—. Vaya, está guapo, ¿no lo crees?

Mikasa giró el cuello para seguir su mirada, pero al hacerlo, su sonrisa se borró de un plumazo.

De pronto, todo a su alrededor se detuvo de forma abrupta; los aplausos, la música, incluso la voz de Hitch, todo desapareció de repente cuando ella observó al novio, uno que venía acompañado del brazo de una mujer que ella no había conocido en persona, pero sí por fotos.

«No, esto no puede ser verdad, no puede ser».

Incluso sus piernas se aflojaron un poco, por lo que tuvo que sostenerse del respaldo de la silla; notó su pecho comprimirse y su respiración se volvió un poco más agitada.

—¿Te encuentras bien?—La rubia le había colocado una mano sobre el hombro.

Como pudo, Mikasa logró recomponerse y simplemente asintió con la cabeza.

SIMBIOSIS | EreMika AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora