Capítulo 13 ~ Invitación al caos

221 20 76
                                    

Como Sasha se lo había prometido, la esperó con un delicioso y enorme cheesecake de durazno en cuanto llegó al departamento y en cuanto Mikasa le comunicó la buena noticia, no dudó en saltar y gritar de alegría.

—Bueno, ahora cuéntame todo y exagera—sonrió la castaña mientras se acomodaba en el sofá—. Porque algo me dice que pasaron muchas cosas.

Mikasa, por otro lado, se tomó las cosas con calma, sosteniendo el plato con el dichoso postre y poniendo toda su concentración en cortar un pedazo con la cuchara y llevárselo a la boca, disfrutando lentamente su sabor.

—Esto está buenísimo—suspiró con puro placer, pero al ver de reojo a su mejor amiga, no dudó en hablar—: Bueno, por dónde empiezo...—Hizo una pequeña pausa dramática.

—¡Ya, no seas así!—La zarandeó un poco y la chica rio con buen humor.

Seguidamente, entre bocado y bocado, le relató con lujo de detalle lo que había ocurrido desde el momento en que llegó al edificio hasta que salió de allí y mientras más iba contando, más grandes se ponían los ojos de Sasha debido a la impresión.

Al final, no dudó en mirarla con complicidad, a lo que la pelinegra sólo rodó los ojos.

—Mira, fue un bonito gesto de parte de Eren haberme ayudado, pero eso es todo.—Dejó el plato vacío a un lado, completamente satisfecha ya que no siempre se permitía comer postres, por lo que era una gran tentación para ella entrar a la cocina y observar lo que fuese que Sasha hubiese preparada—. Sólo somos amigos.

—Sí, ajá—se burló la chica—, y yo soy la reina de Marley.—Subió ambas piernas al sofá y se dispuso hacia su amiga—. Vamos, Mika, admite de una buena vez que ese hombre te gusta o, por lo menos, no te es indiferente.

La pelinegra negó inmediatamente con la cabeza.

—Lo digo y lo sostengo, él sólo es mi AMIGO—hizo especial énfasis en la última palabra.

—¡Va! Nunca digas de esa agua no he de beber y por lo que veo, ambos están muy, pero muy sedientos.—Sasha se apartó enseguida cuando se percató de que su amiga estaba por golpearla en el brazo.

Mikasa decidió no hacerle caso, ella mejor que nadie sabía lo que hacía.

De cualquier modo, ya no quería continuar hablando de ese tema, por lo que desvió la mirada y sus ojos observaron nuevamente algo que había visto temprano antes de salir del departamento, pero que no le había prestado suficiente atención.

—¿De verdad Frieda se consiguió una planta carnívora?—preguntó al tiempo en que se dirigía a esta, la cual yacía sobre un estante lo suficientemente amplio y lejos del pasillo, por lo que Mikasa intuyó que Frieda la había dejado allí para evitar algún otro accidente, como lo que pasó con el pobre Grimaldo.

—Estuve investigando y parece ser una venus atrapamoscas—contestó la castaña y se acercó a su lado—. Tiene siete cabezas, hace un rato las conté.—Se cruzó de brazos y habló entre dientes—: Sólo espero que una de ellas se trague a Frieda.

La pelinegra elevó una ceja y no pudo evitar reírse.

Al poco rato, recibió una llamada y, al ver el nombre en la pantalla, sonrió ampliamente.

—Debo contestar, ahora regreso.—Dicho eso, se dirigió hacia su habitación y cerró la puerta—. ¿Hola?

Al otro lado de la línea, oyó un ligero ruido, como si la persona que la había llamado se encontrase a campo abierto.

—Hola, preciosa, ¿cómo está la pelinegra más hermosa del universo?

Ella no pudo evitar sonreír.

SIMBIOSIS | EreMika AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora