Antes de conocer a Mariana me sentía insuficiente, incapaz de amar a alguien o creer que alguien me amaría a mi, para ser sincero, la verdad es que llegue a pensar muchas veces que no merecía nada, ni el amor de nadie, me sentía solo y sin ánimos de vivir mi vida, esas eran las razones de mi amargura y mi manera tan aburrida de ser, de no querer salir con mis amigos y vivir simplemente encerrado en mi casa creyendo que era la peor persona existente.
Con la casual llegada de ella a mi vida intente mejorar como persona, cambiar mis malos hábitos y disfrutar de las pequeñas cosas que vivía en mi día a día. Este cambio no lo hice solamente por ella, lo hice porque sabía que era lo correcto para mejorar mi vida y también porque al conocerla supe que solo ella merecía conocerme de verdad, deje de lado mi mal humor y empecé a sonreír mas, su sonrisa provocaba a la mía y me daba mucha paz, esa paz me regalaba alegría y un buen humor al levantarme cada día.
Me enamore poco a poco de su pasado, de su presente y quería seguir enamorándome de todos y cada uno de sus futuros posibles, me enamore de sus cicatrices, de sus defectos, de sus traumas, sus inseguridades, de lo lindo que ama y de lo bien que me hacia sentir.
No me veía crecer, madurar y mejorar con nadie más que no fuera ella, me encantaba la manera en la que conectábamos, la veía y sentía un cosquilleo raro, una sensación de infinita felicidad, sabía que quería estar con ella y todo mi interior sentía ganas de ir a donde estaba, tomarla de la mano y plantarle miles de besos. Ella con su linda sonrisa y sus tontos chistes logro que en mis días tuviera sonrisas muy constantes. Aunque intentaba guardarme lo que sentía, mi mirada me delataba, la buscaba por todos lados, encontrarme con sus ojos y pedirle con mi mirada que no me dejara nunca.
Mariana me dio amor, un amor que me cuestione siempre y que creí no merecer, lo disfrute, disfrute cruelmente de ese amor con su sufrimiento. Mi pobre corazón roto al hacer esto y mis lagrimas intentando curar cada una de las heridas que le provoque. Una guerra que fracase, perdí, intentaba cambiar y al mismo tiempo cometía errores peores, esos que me llevaron al fracaso, estaba en dos líneas delgadas que no soportaban mi peso y que de alguna u otra manera terminarían causando dolor.
Le dije que no quería ilusionarla porque sentía que si le pedía que lo intentáramos la podría lastimar, no sabia como controlar mis emociones, lo que menos quería era seguir lastimándola, estaba cansado de eso, tenia que ponerle fin a sus lagrimas, a su falta de apetito y a sus eternas noches sin dormir. La distancia me asustaba, el echo de que a veces no podría saber si ella se estaría sintiendo mal o si estaría sobre pensando cosas y yo no podía estar ahí para ella, no podía soportar eso de nuevo, tenía miedo que si lo intentaba, saldríamos lastimados los dos.
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La sonrisa de mariana
Romancedetrás de esa hermosa sonrisa había muchos traumas, inseguridades y cosas del pasado que nunca me contó; o lo hizo vagamente sin dar tantos detalles, pero conforme pasaban los días sentía que mi llegada a su vida había hecho que todos los líos que e...