La noche de año nuevo

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A veces creo que me complico mucho las cosas, si tengo una pregunta a la que no le encuentro respuesta, lo sobrepienso y supongo mil cosas porque de alguna manera me siento mas tranquilo sabiendo el por qué de las cosas. No me gusta tener dudas, y creo que la mayoría de las cosas tiene su respuesta, pero el problema es que me avergüenza preguntar algo. Talvez es algo tonto pero es un pequeño miedo que tengo, preguntar lo obvio o que la otra persona se ofenda, y así ha sido toda mi vida, me he quedado con las ganas de preguntar y con mil dudas en la cabeza pero al final, no he podido hacer nada.

A veces solo quisiera estar en un mal sueño, que toda mi vida fuera un simple sueño y que al despertar no hubiera nada, solo un campo verde con un árbol gigante en medio, estar recostado en ese árbol leyendo un libro y que al rededor no hubiera nada más que eso. Prefiero que la gente no entienda lo que siento, prefiero que me crean una roca indestructible o un cobarde, y prefiero todo eso porqué lo que en verdad no soportaría es que me tengan lástima, eso sería lo peor, no soporto a la gente que dice entenderte solo para que te sientas mejor, lo detesto.

Año nuevo es una fecha que me pone nostálgico también, pero no es un día que me importe mucho la verdad, mi familia no hace nada este día porque se van de viaje casi todos y vuelven antes de los carnavales. Por eso año nuevo siempre lo pasó cuidando a mi hermano mientras mi madre se va de fiesta con sus amigas. Pero esa vez fue diferente, mi madre se llevó a mi hermanito y pues yo me quedé solo porque no tenia ánimos de salir, ese día no salí ni siquiera un rato, me la pasé mirando lejos y pensando cosas que ya ni recuerdo, tonterías talvez.

No hice ningún plan con mis amigos tampoco porque sabía que ellos saldrían con sus parejas y preferí quedarme en casa, comerme algo muy rico, tomarme un vino que tenía guardado y ver una maratón de peliculas probablemente durante toda la noche. Llegó la noche y estaba listo para empezar mi maratón de películas, pasaban las horas, película tras película, lágrimas, carcajadas, miedo, drama, tengo que admitir que la pasé muy bien esa noche, fue un tiempo a solas que hace mucho tiempo no me daba. Un plan tan básico y sencillo que me salvó la noche de año nuevo.

Antes de las 12 me distraje un poco pensando en Mariana, suelo pensar mucho, lo calculo todo, y me cuestiono de cada decisión que he tomado sin pensármelo más de una vez como normalmente lo hago. Estuve pensando tanto que me di cuenta que estaba muy arrepentido de lo que le había dicho a Mariana días atrás, estuve escuchando una canción que ella me dedicó, la repetí muchas veces hasta que no pude controlar las lágrimas y me fui en llanto.

Esa canción me hizo recordar muchas cosas, esa manera en la que me erizó cada vez que pienso en ella, volví a imaginar una vida a su lado, pensé en todos los obstáculos que habría, nuestras posibles discusiones, extrañarnos siempre, los celos y malentendidos, pero esta vez no sentí miedo de ese mar de emociones, al contrario, quería lanzarme en ella y solucionar cada cosa que me impidiera poder estar a su lado. Mariana como cualquiera tenía focos de luz y pasillos de oscuridad pero aún asi no veía mi vida envejeciendo con alguien que no fuera ella.

El vino se me acabó, era casi la 1 de la madrugada y fui a la licorería cerca de mi casa a comprar otra botella para acabarmela y irme a dormir, así aprovechaba para comprarme algunas cositas para preparar el desayuno cuando me despertara de mi siesta. Iba llegando a mi casa, con botella en mano y bolsitas con comida, me percate que había dejado la puerta de la casa entre abierta pero mi atención fue directamente a otra cosa que me hizo quedar perplejo.

Mariana estaba fuera de mi casa, me vio de una manera muy dulce y con esa sensación de que te alegra ver a la otra persona. Y de repente salió corriendo hacia mí, me abrazó muy fuerte, sentí el olor de su perfume mezclado con el trago, supuse que estaba muy tomada pero lo que no me espere fue que empezara a llorar mientras la tenía cubriéndole con mis brazos y deseando no soltarla. Se separó como si se arrepintiera de haberme mostrado "debilidad", se secó las lágrimas, me deseó un feliz año nuevo y se fue.

La sonrisa de marianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora