Cuestión de tiempo

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Estar sentado en la terraza de mi casa esperando a Mariana me llenó de una felicidad inmensa y verla caminar a lo lejos me emociono. Llego seria, ocultando una cara de tristeza que pude notar fácilmente pero, sonreí para no hacer las cosas más tristes y la abrace con todo mi amor. Las charla no empezó nada bien y sabia que no iba a ser fácil, Mariana era esa chica a la que no le gusta hablar cuando algo le molesta o la pone triste, prefiere guardarselo y fingir que está bien, pero la conocía tan bien que sabía que nada estaba bien en ella.

Después de tanto insistir, de lamentarme y de ser lo más sincero posible con ella pude lograr que me lo contara todo. Era mi culpa y me sentí el hombre más imbecil de toda la tierra ese día, al escucharla me daba mil cachetadas mentales y me reprochaba mil cosas. Lo que menos quería era hacerla sentir insegura ni dudosa de lo que pasaba entre nosotros simplemente era complicado para mí soltarme y aceptar muchas cosas.

Pero debía ponerme en su lugar y fue mi culpa no haber parado las insinuaciones de aquella chica que aunque no me interesara para nada acepto que fui muy amable con ella, le respondía los mensajes y dejé que me abrazara en muchas ocasiones, sabía que esto se podía malinterpretar de alguna forma para Mariana pero no pensé que lo fuera a tomar tan mal. Pero también por ser la hermana de mi mejor amigo no podía ser grosero con ella, eso si le dejé claro en muchas ocasiones que me interesaba otra persona y todo mi circulo social lo sabia porque eso jamás lo negué.

Tampoco quería herir los sentimientos de aquella chica por eso siempre mantuve distancia con ella y nunca dejé que intentara propasar los límites de una simple amistad conmigo porque a pesar de no tener algo oficial con Mariana le guardaba el respeto necesario a nuestros sentimientos. Aún no daba el paso de confesarle lo que estaba sintiendo por ella pero fui claro en muchos aspectos ese día, creo que le di un poco más de confianza en que podría esperar un poco más, solo era cuestión de tiempo para que lo nuestro funcionara.

Al día de hoy sigo pensando que fuimos muy melodramático en cuanto al tema de nuestras molestias y creo que habían otras maneras de solucionar muchas cosas sin tener que distanciarse, ponerse indiferente o ignorar al otro. Fueron actitudes muy inmaduras de los dos. Tal vez teníamos miedo o aún no nos sentíamos totalmente seguros de oficializar lo nuestro, se que lo último que faltó para hacerlo fue que yo dijera lo que en realidad sentía pero era muy difícil para mí confiar ciegamente y aún no quería arriesgarme.

Pero a pesar de lo segura que decía estar Mariana yo sabía que en el fondo ella dudaba mucho, estaba muy estresada y confundida a la vez. Y la entiendo, porque fui yo el culpable de todo eso y no tengo ninguna justificación para eso, actué mal, demasiado mal y nos hundí a los dos. Tenerla ahí enfrente de mi riendo me devolvió el alma al cuerpo, esos días la habíamos pasado tan mal que tenerla tan cerca se me hacía un lujo. Esta vez no tuve ninguna expectativa ni me imaginé cosas a futuro, no quería volver a ilusionarme y después ver como todo se iba a la mierda.

Decidí dejar que todo fluyera, que las cosas que tenían que pasar pasarían y las que no pues debía aceptarlas sin quejarme. Alguna vez pensé que si no podía estar con ella toda mi vida la seguiría extrañando sin importar el tiempo que pasara. Y si llegara a encontrarla alguna vez mi corazón se aceleraría, las manos me temblarián y no podría controlar mi respiración, estaría volviendo a sentir ese cosquilleo cada vez que la tenía cerca, volvería a sonreír, la abrazaría como nunca antes, disfrutaría el olor de su perfume en la nuca y no me cansaría jamás de mirarla.

Al día de hoy se que me lo imagine bien y aunque no estaba preparado para todo eso se que podría afrontarlo si llegara a pasar. Pero ahora que ya pude saber lo que pasaría podría decir que a todo eso de mi pensamiento pasado le añadiría un par de cosas. Le daría un beso, disfrutaría de su sonrisa y le diría que la amo.

La sonrisa de marianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora