Habían pasado ya tres meses desde el incidente, sumando ahora medio año desde que Chester comenzó con la "broma".
Poco a poco, la relación de ambos fue mejorando, además de por la tolerancia y trato respetuoso de ambos, por las sesiones de terapia a las que ambos asistían.
La terapeuta de Mandy le recomendó trabajar mejor en su gestión emocional. La felicitó por haber sobrellevado valientemente una vida tan estresante y aquella situación de desamor tan dolorosa.
Por lo que la psicóloga pudo ver, el trato negligente y la carencia afectiva de sus dos progenitores se vio reflejado en Mandy a través de la comunicación y gestión deficiente de sus emociones. Esto, además, la hizo desarrollar una personalidad apática como mecanismo de defensa y un manejo del estrés poco saludable a través de explosiones de ira (expresadas con gritos y pérdida del control de sus impulsos).
Por su parte, el pelirrojo fue diagnosticado con TDHA. También él sufrió negligencia por parte de su madre ausente (a pesar de que quiere a su hijo, nunca pensó en el daño que podría causarle la poca atención que le prestaba). Chester reflejó esta falta de atención en habilidades sociales deficientes, pero a diferencia de Mandy, trataba de compensarlas de otra manera.
Si bien él no desarrolló una personalidad retraída y desconfiada, esta necesidad lo llevó a tratar de llamar la atención de los demás a través de bromas por su personalidad juguetona. Con el tiempo él mismo normalizó este comportamiento, siendo su forma de interactuar con otros y recibir ateNción. Su psicóloga sospecha de un posible autismo nivel uno, pero cree necesitar de más sesiones para estudiar a su paciente y dar un diagnóstico certero.
Este nuevo conocimiento de ellos mismos los hizo tener una mejor inteligencia intrapersonal y, por ende, una mejor relación con los demás. Chester y Mandy ahora eran un poco más cercanos y la rubia cada vez era menos hostil con él. En algún punto tuvieron la suficiente confianza como para hablar sobre sus diagnósticos y sesiones de terapia.
Chester no se imaginaba que la personalidad tan huraña y poco sociable de Mandy tuviera que ver con sus padres; y en cuanto a Mandy, nunca pensó en que la necesidad constante de Chester de hacer bromas era su forma de socializar derivado de una falta de atención. Teniendo esto en cuenta, empatizó un poco más con él y eventualmente pudo perdonarlo.
Fue inevitable que, sabiendo tantas cosas uno del otro y sintiéndose más cómodos, se volvieran mejores amigos luego de un año. Ambos hace mucho que habían superado su decepción amorosa y, aunque por ese momento planeaban solamente ser amigos, estaban abiertos a la posibilidad de algo más si llegaba a darse.
Fue Mandy la primera en proponerlo, algo temerosa de lo que el pelirrojo pudiera decir. Hubiera reservado en otro restaurante lujoso (ya que habían sido vetados de por vida del Nino's Cuisinett) aunque, para ser sinceros, ninguno de los dos estaba de humor para ir a otro restaurante caro. Así que, en una de sus salidas a un café, la rubia sacó el tema. Lo había estado pensando durante un tiempo. Luego de haber sanado, recuperado y perdonado a Chester, se sentía lista para finalmente dar ese paso. Después de todo, sus sentimientos románticos por él nunca desaparecieron del todo.
—Chester, hay algo que quiero preguntarte —inició algo nerviosa. Ese día llevaba una camisa rosa, unos shorts color vino y unas zapatillas rosas con medias blancas.
—¡Soy todo oídos! —respondió rápidamente el pelirrojo. Por su parte, él llevaba un pantalón azul oscuro y una camisa a cuadros verde que resaltaba sus ojos.
—Tal vez podríamos... Tú sabes, ¿ser más que amigos? —preguntó la rubia mirándolo a los ojos. Chester sonrió dulcemente.
—Sé a qué te refieres... —respondió tomando su mano, causando un pequeño sobresalto en la morena. Luego de unos segundos de impaciencia, volvió a hablar—. ¡Quieres que seamos mejores amigos! —bromeó fingiendo ingenuidad.
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Many A True Word Is Spoken In Jest (Chester×Mandy)
Fiksi PenggemarChester y Mandy trabajan en la gran tienda de dulces de Starr Park, Candyland; siendo subordinado y jefa respectivamente. Chester un día, cansado de las reprimendas de Mandy, decide hacerle "la broma más épica": pretender estar enamorado de ella. Si...