━ Las cadenas están rotas y las ataduras disueltas, pero... eres realmente libre?
━ Nadie está verdaderamente libre, todos tenemos algún pecado que nos atormenta día y noche
━ Tu lista de pecados está goteando en sangre y no podrías limpiarlo por m...
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Maia salió del café con su capuchino y una bolsa de galletas, la pelinegra había aprovechado su día libre para salir a dar una vuelta. La tarde estaba tranquila en la ciudad y aquello le agradó.
Fritz aún seguía en su apartamento, no quiso dejar a Maia sola ya que sabía como ésta se sentía a pesar de que ella no decía nada e incluso evitaba hablar del tema, sin embargo, ninguno de los dos podían ocultar en sus miradas lo que sentían realmente. Fritz respetó el silencio de la pelinegra y cada vez que podía le decía palabras de ánimo acompañadas de un íntimo abrazo.
Maia agradeció que el alemán no le recordara lo que pasó en Salem con aquella deidad, para ella fué sorpresivo y también doloroso, la opinión que tenía acerca de interrumpir su embarazo había cambiado y estaba comenzando a considerar tenerlo, sabía que no estaría sola, Fritz estaba para ella siempre que lo necesitaba. Sin importar si ella no decía ni una palabra, él la conocía bastante bien.
La pelinegra se alarmó cuando escuchó disparos, seguido de eso un auto frenando con fuerza y luego un choque.
Un camión amarillo chocó con dos autos policiales, aquello llamó su atención, pero aún más cuando un hombre vestido de negro hizo volar por los aires una camioneta negra, que automáticamente pudo reconocer la matrícula.
━ Nick...
Maia maldijo por lo bajo ya que no quería tirar la comida, por lo cual se acercó rápidamente a dos adolescentes que parecían pareja y éstos le agradecieron confundidos cuando la pelinegra comenzó a correr hacia la camioneta.
Con su poder quitó una de las puertas delanteras y seguidamente se agachó para divisar al dueño de la camioneta adolorido.
━ ¿Que diablos está sucediendo? ━ Maia habló cuando comenzó a ver a su antiguo compañero acercarse hacia ellos cada vez más, sin pensarlo dos veces, la pelinegra tomó al moreno y lo ayudó a salir de la camioneta para luego teletransportarse con él a su auto. Maia agradeció a Freya por haberla ayudado a controlar más sus habilidades.
