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Maia se levantó y se dirigió nuevamente hacia las grandes puertas, los guardias estaban a punto de abrirlas, pero Maia los miró y negó, éstos volvieron a sus lugares sin decir palabra alguna.
La pelinegra negó repetidas veces para ella dándose la vuelta para irse a otro lugar. Maia apresuró su paso hasta comenzar a correr sin rumbo alguno.
Al llegar a un espacio donde no habían personas presentes, detuvo sus pasos tomando aire profundamente para controlar su respiración descontrolada. Maia caminó hasta una pared y se apoyó de espaldas a ésta para segundos después dejarse deslizar y quedar sentada en el suelo.
Maia cerró sus ojos y apoyó su frente sobre las palmas de sus manos mientras que sus codos estaban sobre sus rodillas, a pesar de que su respiración se había controlado, su corazón bombeaba sangre más de lo normal y tenía la sensación de que su pecho se cerraba, sin dejar que pudiera respirar con fluidez.
Un claro ataque de ansiedad estaba invadiendo su cuerpo, Maia tocó su pecho a la par que las lágrimas llenaban sus ojos, la pelinegra se levantó con lentitud y sosteniéndose de la pared avanzó unos pasos, pero no llegó muy lejos ya que cayó sobre sus rodillas, Maia dejó salir un sollozo y negó volviendo a cerrar sus ojos, mentalmente se repitió que debía dejar lo cobarde y enfrentarse a la situación que tenía en el momento, quería respuestas, pero lo que no se imaginó es que las trendría tan rápido y ahora unas de sus preguntas fue respondida, si tenía familia y no se encontraba tan sola como pensó por muchos años, aquello le cayó como un balde lleno de ladrillos.
Maia cerró sus manos con fuerza y golpeó el suelo con molestia, la pelinegra sintió un cambio de ambiente y de suelo, sin embargo, no prestó mucha atención porque aún sentía que iba a desmayarse si no controlaba sus emociones.
Por otro lado un pelinegro frunció su ceño confundido cuando a unos metros de él apareció de la nada la mujer que había visto no hacía mucho en la oficina del Padre de todo, él junto a sus hermanos la habían estado buscando con ayuda de unos cuantos guardias, pero no dieron con ella y ahora ésta se encontraba frente a él.
El pelinegro suavizó su mirada y dejó salir un pequeño suspiro. Maia por su parte cuando logró estar tranquila, pasó el dorso de su mano izquierda por sus mejillas quitando el rastro de lágrimas, finalmente abrió sus ojos y frunció su ceño al ver que estaba sobre una alfombra roja, Maia enderechó su espalda y miró hacia el frente completamente confundida.
《había pasado otra vez.》 pensó.
Maia no se explicaba como es que aparecía en otros lugares, la primera vez que le sucedió aquello fue cuando de la nada apareció en la celda junto a Loki, con esta sería la segunda vez que algo así pasaba y le era completamente extraño, no sabía como o por qué lo hacía, parecía que solo pasaba en los momento menos oportunos.
━ ¿Por qué te fuiste? ━ una voz masculina detrás de Maia hace que se levante con rapidez mientras sacaba una navaja de su bota derecha, cuando se volteó la colocó en el cuello del hombre, el cual no se inmutó y solo levantó sus brazos en señal de paz. ━ No te haré daño, Maia... ━ la pelinegra lo miró fijamente dándose cuenta que era uno de los hombres que estaban en la oficina de Odín.
Maia lo soltó y regresó la navaja a su lugar sin dejar de mirarlo fijamente. Los ojos del pelinegro brillaron viendo a Maia y éste sonrió de lado.
━ ¿Tus runas están conectadas con las mías como las de Freya? ━ Maia pregunta directamente luego de que ambos pasaran unos cuantos minutos observandose en completo silencio.
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𝐃𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎𝐘𝐄𝐑 ↯ 𝑻𝒉𝒐𝒓 𝑶𝒅𝒊𝒏𝒔𝒐𝒏
Fanfiction━ Las cadenas están rotas y las ataduras disueltas, pero... eres realmente libre? ━ Nadie está verdaderamente libre, todos tenemos algún pecado que nos atormenta día y noche ━ Tu lista de pecados está goteando en sangre y no podrías limpiarlo por m...