Capítulo 8

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Horas después iban de camino a la casa del amigo de Jaemin, después de su rápida visita al hospital y de que Nancy asegurara que la herida estaba sanando bien, además de un severo regaño por no utilizar el cabestrillo, se pusieron en marcha a la fiesta a la cual estaban invitados, Renjun ansiosamente paso su mano por los nuevos vaqueros que tenía puestos, no recordaba alguna vez cuando fue la última ocasión en la que vistió algo que no fuera regalado u oliera mal, o fuera incómodo para él.

Jaemin era demasiado generoso. Culpa, Renjun se negaba a creerlo. Tal vez Jaemin estuviera haciendo todo esto porque la caballerosidad lo demandaba, pero Renjun era bueno leyendo emociones, Jaemin realmente lo trataba como una persona normal, como si le interesara. Lo cual era malo, ya que estaba poniendo en peligro su determinación de no permitirse apegarse al hombre, de no encariñarse con el hombre, pero deseaba que esto fuera verdad. Renjun anhelaba el contacto humano. Afecto. Conversaciones casuales. Renjun se había condenado a una vida solitaria, pero no quería estar solo. No estaba destinado a estar solo. Su cerebro sabía que ya era hora de dejar de tener miedo y seguir adelante, pero su corazón estaba completamente roto. Había pasado tanto tiempo que quizá ellos ya ni siquiera lo recordaban... a lo mejor ya lo daban por muerto... Renjun negó con la cabeza mentalmente, no podía bajar la guardia.

—¿Renjun? —Renjun parpadeó y giro la cabeza hacia un costado —Bebé, ¿Estás bien? —la palabra bebé tuvo un efecto en él. desde esa mañana Jaemin lo había llamado así en varias ocasiones, incluyendo cariño o pequeño, Jaemin no tenía problema en llamarlo con apodos cariñosos en el centro comercial, en la cafetería, en la tienda de ropa... parecía un gesto muy normal para cualquiera, pero era algo de parejas y ellos no lo eran, aun así, Renjun no quería corregir al hombre, se sentía bien ser apreciado por alguien.

—¿Ya llegamos? —evitó la pregunta con otra. Sintió la gran mano de Jaemin tomar la suya...su mano era grande, áspera en las palmas, lo que indicaba que era hombre de trabajo, su brazo era musculoso, podía imaginarse varios rasgos del hombre... pero le gustaría... Renjun se preguntó si Jaemin permitiría...

—Así es, ya verás que... —Jaemin se interrumpió cuando Renjun sin pensar en lo que hacía, estiró la mano hacia su rostro. Ese gesto hizo que Jaemin se tensara, pero no se retiró.

—No te hare daño —aseguró Renjun con un susurro, sabía que debería detenerse, pero Renjun quería verlo. Y esta era la única manera en que él podría hacerlo. Al principio su toque fue temeroso, pero al ver que Jaemin no ponía resistencia, Renjun utilizó ambas manos para recorrer sus pómulos, sus mejillas, le encantó la sensación de recién afeitado, recorrió con sus dedos el contorno de sus ojos, sus cejas, sus orejas, volvió a bajar por su barbilla, sus mejillas, sus labios, el labio inferior era más grueso que el superior, Jaemin era hombre de rasgos fuertes, varoniles... cuando sintió el calor debajo de sus dedos, Renjun aparto las manos.

—Lo siento, no quería hacerte sentir incomodo —Jaemin maldijo por lo bajo y luego le tomó la mandíbula en su mano e inclinó su cabeza mientras sus labios bajaron sobre los de Renjun. pero no lo besó, podía sentir su aliento a centímetros de su boca. Fue una sorpresa para sus sentidos. Una sacudida que meció su columna vertebral y le envió ondas de hormigueo a la conmoción de su cuerpo

—Quiero darte un beso. Debo advertirte que suelo hacer las cosas que quiero —dijo Jaemin, Renjun se estremeció ante el tono ronco de su voz. —Así que mientras te estoy diciendo que quiero darte un beso, la cosa es, ¿Qué vas a hacer?

—No creo que sea buena idea —Renjun trató de alejarse, pero Jaemin le cogió la nuca y lo mantuvo en su lugar mientras su boca se cernía sobre él. Tentándolo. ¡Estaba a punto de besar a un hombre!

—Es la mejor idea que he tenido en mucho tiempo —Antes de que pudiera decir otra cosa, los labios de ellos se encontraron. El beso fue tan agresivo y eléctrico como era Jaemin, también juguetón. Bailó en las comisuras de su boca, tiró de su labio inferior entre los dientes mordisqueando, antes de calmar la piel suave con la lengua. —Sabes igual de dulce que tu aspecto. —murmuró en su boca. Colocó las palmas en sus mejillas, intercalando su rostro entre las manos.

【 c ❘ a ❘ b】       ||ᴊᴀᴇᴍʀᴇɴ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora