Takemichi acude a una bruja poderosa y muy conocida por conceder los más profundos deseos, pero Takemichi en vez de pedirle poder, riquezas, joyas, títulos, etc. Él solo pide que ya no lo molesten en la escuela, la bruja sorprendida le pregunta por...
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Takemichi no podía formular palabra al tener tremenda mansión frente a sus ojos, la mansión de Kisaki era de tres pisos grandes, dos patios bien cuidados, piscina de calidad, guardias en distintas partes. También, decoración moderna y tecnología, habían muchos sirvientes esperando en la puerta y un estacionamiento como para 15 autos.
La mansión de Kisaki era increíble en todo sentido...
- "¿Estoy soñando?" - Pensó y se pellizco el brazo para confirmarlo, le dolió así que no era un sueño - "No, no estoy soñando"
A parte de eso, Takemichi desde hace unos minutos atrás tuvo su primer beso con Kisaki y más encima su segundo beso con Hanma. Osea, una locura de la vida.
Este aún no podía terminar de procesar si se había comida algo en mal estado, pero de que no se esperó un beso no se lo esperó.
Kisaki y Hanma, quien este último lo cargaba aún en su hombro como costal de papas. Entraron a la mansión por el estacionamiento y caminaron hasta la puerta de entrada, muchas sirvientas y sirvientes hicieron una reverencia al ver llegar a su amo.
- Bienvenido, amo Kisaki - Dijeron al unísono todos, se pararon derecho y se quedaron quietos como estatuas.
- Tú - Apunto a una chica de cabello trenzado negro y ojos rosa claro, ella se mostró nerviosa de que la llamará.
- ¿Sí, amo? - Dijo conteniendo sus nervios.
- Quiero que prepares una jarra de frutos rojos bien fría y sin una sola gota de alcohol. También trae una de mis camisas y pantalones de mi claset, pantuflas de algodón y la caja de mis joyas - Pronunció con autoridad y la chica no tardo en hacer otra reverencia y asentir.
- Enseguida amo - Ella salio en busca de todo eso.
- Todos los demás pueden irse a hacer su trabajo - En cuanto dijo eso, todos fueron a sus labores del día.
- K-Kisaki-kun... - La voz temblorosa de Hanagaki, hizo que Kisaki girará a verlo con sus ojos azules claros - ¿Por qué me trajiste a tu casa..?
Kisaki y Hanma se dieron una mirada por un par de segundos, segundos después Kisaki sonrio y movió un poco su mano de arriba a abajo.
- Takemichi. Yo y Hanma queremos pasar más tiempo contigo, no debes preocuparte. Te vamos a dejar a tu casa a la hora que dijiste.
Takemichi sintió como si su alma salía de su cuerpo, después de que ellos le robaran su primer y segundo beso ya no les daba buena espina.
Iba a negarse, pero Hanma fue un descarado y nalgeo el trasero de Takemichi con su mano izquierda. Al pobre ojiazul se le subieron los colores a la cara, su trasero sufría un débil ardor por la nalgada de Hanma. Luego de eso, se quedó quieto y callado.
- Hanagaki esta en buenas manos♡ - Sonrio Hanma y camino hasta una sala a través de unas puertas de mármol.
En esa "pequeña" sala había un sofá enorme de color rojo aterciopelado y lleno de cojines del mismo material. Había una mesa de centro echa de cristal a prueba de balas, bordeado con oro metálico y tenía algunos pedazos de piedras hermosas.
