- ¡Emilio! - estallaron todos los presentes en cuánto vieron a su antiguo amigo de pié en el comedor.
Todos menos 3 personas, Elyzabeth desconcertada y shockeada por la presencia del rizado, Jerry, quién sólo lo había visto una vez en la vida y no había sido del todo amable con él cuándo le cerró la puerta en la cara y para ser sinceros para nada de su agrado debido a los acontecimientos pasados. Y por último Joaquín, quién luchaba consigo mismo para no desplomarse en el piso, intentando regular su respiración y no dejar a la vista su estado de nerviosismo, el cuál ya estaba complicando su salud mental.
El rizado pensó que no sería recibido de la mejor manera por parte de su ex grupo y familiares de las casadas, por lo que había estado en duda de si presentarse ó no en la velada, pero con la insistencia de Leidy y sus hermanas, finalmente había ido.
Emilio no era idiota ni tampoco ignorante, él había estado informado de la vida de Joaquín, gracias a la pelinegra, por lo que sabía que estaría presente aquella noche y también que estaría acompañado por su actual pareja.
Por lo que se había preparado mentalmente para cuándo lo viera con alguien más.
Aún así, no pudo evitar sentir esa molestia en su pecho ni tampoco las ganas de abalanzarse a aquel alemancito de cuarta y después robarse al novio, sí, Emilio estaba imaginando toda esa escena en su cabeza. Pero después de tantos años alejado de todo y de todos, ya con casi 29 años se permitió madurar y controlar sus impulsos.
Se dijo que no arruinaría la noche tan especial de su prima y su esposa, por lo que acercándose a la mayoria, comenzó a saludar a cada uno de los presentes, ganándose abrazos por parte de sus amigos, halagos por parte de los padres de la pareja y regaños por parte de su primas por haberse desaparecido tanto tiempo, hasta Elyzabeth lo abrazó y saludó cómo si nada hubiera sucedido.
Cuándo llegó hasta dónde su ex mejor amigo estaba sentado junto a su pareja, intentó sonar casual y amistoso bajo la atenta mirada de todos los que allí se encontraban - Tanto tiempo, es un gusto verte de nuevo, Joaquín. - dijo extendiendo su mano. Su voz, su dulce voz, mierda.
El castaño observó su mano extendida en su dirección y luego la estrechó. - uhm... S-si.. uh... Hola. - se insultó internamente por haber sonado tan estúpidamente nervioso pero ¿Cómo no estarlo? Joder, tenía a Emilio frente a él después de tantos años, maldita sea, su mano seguía siendo igual de cálida a cómo él recordaba. - uh.. él es Jerry, mí novio. - presentó, sintiéndose mal al instante.
El rizado no borró la amable sonrisa cuándo estrechó la mano del ojiazul. - gusto en conocerte, Jerry. - espetó, sí, Emilio había aprendido a fingir cómo un total experto.
- Si, igual, Emiloo. - respondió el contrario.
- ¡Joder, Osorio, realmente me encanta que estés aquí! - chilló con felicidad la pelinegra ojimiel rodeando sus hombros con su brazo.
- Lo mismo digo, Leima. - sonrió.
- Ven, siéntate aquí a mí lado, vamos, te guardé tu lugar.
No fué difícil encontrar el único lugar disponible, éste se encontraba a un lado de la punta, pero la enana bastarda había planeado todo al parecer, ya que el único lugar era al lado de Joaquín.
"Me.quiero.morir." se decía internamente el castaño, estaba al lado de Emilio. ¡Emilio estaba junto a él y su novio estaba presente, maldición! Joaquín se preguntaba que era lo que había hecho mal en su vida actual y en las pasadas para estar en ésta situación. El aroma de Emilio entraba furiosamente por sus fosas nasales, elevándolo poco a poco al borde de su cordura, su voz se adentraba por sus oídos cómo una hermosa melodía y su risa ¡Joder, su perfecta risa estaba matándolo! Sus manos estaban jugándole una mala pasada cada vez que las utilizaba para tomar los cubiertos ó simplemente la copa de vino, no dejaban de sudar y se sentía cómo un completo tonto al comportarse cómo un infante ante ésta situación. La cena por fin había terminado y ahora, en la sobremesa, se había creado una fluida conversación.
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Can't Stop Falling In Love // Adaptación Emiliaco
Fanfic"¿Debería Quedarme? ¿Sería un Pecado sino puedo evitar enamorarme de tí? Cómo un río fluye, Con certeza hacía el mar, Cariño, así vamos tú y yo, Algunas cosas estaban destinadas a ocurrir. Toma mi mano, toma también mi vida entera, porque no puedo e...