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- ¿Estás seguro que podrás con ésto? Puedes quedarte, cariño. - dijo con preocupación el rizado hacía el castaño, antes de partir hacía al juzgado.

Hoy era el día del juicio en contra de su hermano, Joaquín había decidido estar presente ante ésto, pero los últimos días había estado algo alterado, lela insomnio había ganado la batalla en muchas noches y los cambios de humor ya se habían vuelto casi una costumbre.

Las últimas semanas, indirectamente ya estaba viviendo con Osorio, ya que Bondoni no quería estar sólo en su casa, y por supuesto, Emilio no quería dejarlo sólo ni un sólo segundo después de lo sucedido con Francisco, ambos temían lo que podría llegar a suceder.

Ahora, la notificación del juicio en contra de su hermano había llevado a Bondoni a pasar por múltiples sensaciones, tranquilidad, consternación, ansiedad, tristeza, rencor, temor, odio, enojo, confusión. En fin, un universo de miles de sentimientos mezclados y todos en su interior. No sabía exactamente qué es lo que esperaba, lo que quería, lo que le convenía ó lo que era correcto.

Estaba seguro de una cosa, Francisco debía estar alejado de él, porque había intentado hacerle daño en el pasado y no sólo le fué suficiente el crear un trauma en él, sino que también volvió para reforzar aquello.

Por eso, él quería participar en el juicio, escuchar personalmente la sentencia a su gemelo, ahí no podía hacerle daño, no corría peligro, él estaría a salvo.

Pero lo que le dolía, era el hecho de que sus propios padres no estuviesen de su lado, tanto Elizabeth cómo Uberto decidieron proteger a Francisco, quién había intentado secuestrarlo, asesinado en el pasado y el que seguramente no hubiera dudado en terminar con aquel hecho de no haber sido por su crisis y porque Elyzabeth llegó en el momento justo.

Todos sus amigos se encontraban presentes, hasta los padres de Emilio, quiénes no dudaron en darle su apoyo y contención que Joaquín tanto necesitaba, la contención maternal y paternal era lo único que él rogó, pero no le fué cedido por quiénes debían hacerlo. Sin embargo, la familia de su pareja estuvo encima suyo casi todos los días, Romina y Vanessa se quedaron con él en los horarios que Emilio no podía estar presente por el trabajo, y Niurka, bueno, ella había adoptado a Bondoni cómo uno más de sus polluelos y ésta, cómo toda súper mamá gallina, lo mimaba y cuidaba, de paso, le daba los caprichos que el castaño no dudaba en recibir con una sonrisa.

Al fin y al cabo, Joaquín siempre había sido el preferido de Niurka Osorio y eso era innegable, siempre fué así, no iba a cambiar su hábito. Si le preguntaban al rizado, Joaquín era el favorito de su madre, sobrepasándolo de sobremanera.

Joaquín se puso de puntitas, apoyando sus manos en los fuertes hombros contrarios y dió un corto beso en los labios de Osorio. — quiero hacerlo, quiero entrar ahí. Ésto no tendría sentido si no estoy presente. — musitó. Tenía miedo de enfrentar a su familia, pero no se acobardaría, no podía hacerlo hoy. — deja de preocuparte tanto, Mailo, tú estarás a mí lado, estaremos bien. — agregó.

Osorio suspiró antes de asentir. — Sólo quiero cuidarte, amor. — espetó. — esperemos que ésto salga bien para nosotros.

Bondoni aferró su mano y le dió un pequeño apretón. — así será, bebé. — dijo con seguridad. — ahora vamos, Elyzabeth y Lehdy deben estar ansiosas por entrar y patear culos.

Ambos rieron ante las palabras del menor. — tienes razón, vamos.

Con sus manos entrelazadas, entraron al juzgado y se encontraron con sus amigas/abogadas, las cuáles les dieron consejos a seguir y lo que tenían que y que no decir.












Can't Stop Falling In Love // Adaptación Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora