Endless Despair (Skullgirls)

VI El Deceso

Luego de la reunión, Vítale movió sus hilos para confirmar la veracidad de lo que Annie le dijo. Si todo resultaba ser cierto, entonces no podía permitir que nadie más de la familia se viera salpicado por el suceso. En ese caso, mediante medios externos tendría que dar con el paradero de la chica, una solución sencilla para evitar mover de manera sospechosa a sus hombres.

Teniendo eso en consideración no tardó en hacer su movimiento, y en tan solo diez días logro saber la verdad. El agente externo se había movido con agilidad para capturar cuanto antes a su objetivo. Según el informe, Filia tomaba despreocupadamente en un bar que solía frecuentar muy a menudo en cuanto el sol se ocultaba. Un acercamiento más íntimo fue suficiente para hacerla bajar la guardia, y un par de copas de más fueron suficientes para hacerla quedar fuera de combate y firmar su sentencia. El trabajo estaba hecho y el resto fue historia. Los clientes del bar tan solo vieron a dos hermanas salir tambaleándose del bar antes de voltear la mirada y seguir en lo suyo. Un secuestro a plena vista, le pareció interesante.

Pero aún más interesante le parecía el hecho de que ciertamente, Filia estaba más involucrada en el asunto de lo que habría deseado. Había llevado una relación con Umbrella a plena vista de todos, posiblemente más de una persona había sido consciente de eso, incluso la propia princesa Parasoul. Sin embargo, la relación en si no era el problema pese a la diferencia de edad. El problema radicaba en cómo se había desarrollado. Abusos y maltratos que marcarían por toda la vida a Umbrella habían sido el pequeño regalo que Filia le dio. Maldijo para sus adentros. No solo había sido salpicada, estaba totalmente empapada. Indudablemente Filia tenía que desaparecer. Su muerte seria la expiación de sus pecados a ojos de los demás, el sacrificio que haría la familia en nombre de la justicia.

El hombre Sonrió ligeramente, de manera lenta un plan estaba tomando forma en su cabeza.

Sin embargo, había un trato que necesitaba ser cumplido. Hacer valer su palabra con la joven Annie de las estrellas era esencial en ese momento. La información que llevaba consigo era demasiado comprometedora, el secreto de Umbrella había llegado a sus oídos de manera casi gratuita ¿Por qué entonces ella callaría su pequeño secreto sobre la muerte de Lorenzo? Si podía obtener algún beneficio de ello, posiblemente estaría encantada de decirlo. No podía permitir que algo así ocurriera. Cumplir su única petición y entregarle lo que quería era la acción indicada si deseaba comprar su silencio. Además, presentía que no tendría que mancharse las manos.

Esa misma tarde y sin pensarlo dos veces redacto la respuesta. Con la información en su poder, tener en cautiverio a Filia perdía sentido. Sin embargo, no planeaba su ejecución ni mucho menos una liberación. En la carta, se especificaba claramente que la chica, Annie de las estrellas, se haría cargo de la muchacha. En cuanto el agente externo pudiera ponerse en contacto con ella y entregarle a la chica, estaría recibiendo la paga por su trabajo. Si Annie deseaba la cabeza de Filia, entonces la recibiría en bandeja de plata.

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En el interior de un viejo y deteriorado almacén se encontraban dos chicas con rostros bastante similares. Filia Medici se encontraba cautiva en esa ubicación. Totalmente inmovilizada y Sentada en una silla de hierro. Gruesas cadenas mantenían sus tobillos sujetos a las patas de la silla, que a su vez se mantenían incrustadas varios centímetros en el concreto del suelo. Sus manos también se mantenían limitadas. Una cuerda había sido atada alrededor de sus muñecas con tanta fuerza que la pobre chica ni siquiera lograba sentir sus manos; sencillamente la circulación de la sangre había sido cortada lo suficiente como para dejar de fluir de manera correcta hasta finalmente coagular. La punta de sus dedos mostraban un tono de morado tan oscuro que casi era negro. Era una pena, pero no solo había dejado de sentir las manos, nunca más volvería a poder usarlas.