II Descenso a la locura

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¿Cómo pudo no haberlo notado?

La cabeza le dolía, sentía como si su cerebro estuviera a punto de estallar y el mundo le diera mil vueltas. Mientras más lo pensaba, más sentido tenía todo y las piezas lentamente comenzaban a caer en su lugar. Annie... maldita ave de mal agüero, debió haber supuesto que en cualquier momento haría valer sus palabras. A diferencia de su versión televisiva, se sorprendió al notar que el carácter de la niña era increíblemente fuerte. Sin tardar en lanzar amenazas directas que dejaron helada a filia. Al parecer, umbrella había abierto la boca. La participación de Annie le dejo un muy mal sabor de boca, pero se aseguró de hacérselo pagar a umbrella con creces esa misma noche.

Desde ese momento, Annie no se apareció más en su vida. Con el tiempo supuso que la había olvidado, o había perdido el interés en ser una heroína para Umbrella. Era lo mejor, no necesitaba lidiar con otra mocosa en su vida. Umbrella era más que suficiente, y apenas estaba notando que estaba dándole demasiados problemas. Los suficientes como para sencillamente, mandarla a la mierda y no querer saber más de ella...

Desde luego, estaba muy equivocada. Lentamente, la semilla del odio había germinado dentro de Annie. Se sentía frustrada. Mirar a su amiga hablarle sobre sus problemas guardando una mínima esperanza de ser salvada del infierno le rompía el corazón. Era una niña, una maldita niña que debería estar jugando con muñecas ¿Por qué demonios debía pasar por eso? Los golpes en su piel, inflamados y amoratados. El temblor de sus manos al hablar de las cosas que le hacia su amor... Era el reflejo de una mujer maltratada, Golpeada día y noche, violada a cada momento por la persona a la cual había decidido entregarle el corazón y siendo Degradada a mas no poder por quien se suponía debía protegerla y amarla...solo era una niña. Entonces supo lo de parasoul y sintió que su sangre hervía de la rabia. Su único familiar vivo, la única persona con la cual contaba en el mundo la había traicionado de la peor manera posible. La vida de Umbrella no era sencilla ni mucho menos feliz, y ser consciente de eso arrastro a Annie a otro tipo de infierno. La impotencia y la rabia por no poder hacer nadan, y la culpa de no hacerlo...

La estaba afectando. Debía huir, tomarse un tiempo. Pensar las cosas con claridad, una manera de ayudar a umbrella sin involucrarse más de lo necesario. Entonces invento un viaje y se fue...se odió a sí misma, pero era necesario. A pesar de eso, no pudo relajarse. Al cerrar los ojos, solo podía ver la mirada suplicante de umbrella y la incredulidad de su rostro. ¿De nuevo la estaban abandonando? ¿Era eso lo que estaba pensando? le asqueaba que la respuesta esa pregunta se traducía en solo una palabra.

Si
La estaba abandonando.

Los días pasaron y finalmente pudo sentirse algo mejor. El viaje fue relajante, despejó su mente. Escribir algunos guiones para su serie televisiva fue especialmente productivo para ella, estaba segura de que junto a Beowulf y el resto del elenco lograría sacarles unas cuantas sonrisas a algunos niños. Aun así, La imagen de Umbrella se mantenía como un fantasma en su mente, y a pesar de su esfuerzo por alejar esa clase de pensamientos no podía evitar recaer una vez más en ellos. El fantasma de Umbrella no la abandonaría jamás, era persistente y reacio a irse y dejarla seguir con su vida.

Fue al volver de su viaje cuando se topó con una realidad que jamás lograría superar. Por cosas del destino, seria ella quien descubriera de manera casual el cadáver de Umbrella, o al menos lo que había quedado de ella. Esa tarde, las ruedas del automóvil se deslizarían suavemente a través de la carretera Con total libertad. El escaso tráfico favorecía el viaje y en poco tiempo llegarían a su destino. El suave ronroneo del motor por algún motivo era relajante, y Annie comenzaba a sentir sus palpados pesados a causa del sueño. Miraba a través del fino cristal de la ventana, maravillándose con el paisaje natural que sus ojos presenciaban. Hierbas verdes amenazaban con cubrir las vías del tren, pero supuso que el mismo tren se encargaba de mantenerlas a raya. Tal era la fuerza, que debía de cortarlas con el más mínimo roce. "maravilloso" pensó. Pero en medio de la hierba, y solo por un instante, noto algo extraño. Juraría que por un instante había visto a umbrella. Le pareció ridículo, desde luego. Pero algo más poderoso que ella la forzó a ordenarle al chofer detenerse de inmediato. Necesitaba asegurarse de que Umbrella no estaba allí. Pero acabaría arrepintiéndose el resto de su vida por haberlo hecho.

Umbrella no estaba allí. Pero en su lugar, el sobrero amarillo de su impermeable descansaba sobre la hierba.

Esa misma tarde, el cielo despejado seria testigo del horror de Annie al encontrar el impermeable de umbrella totalmente destrozado a varios metros del sobrero ¿acaso era un impermeable? Solo era plástico molido y desfigurado. Había perdido toda forma, y no quería imaginar lo que quedo de umbrella luego de que las ruedas del tren le pasaran encima una tras otra. Su piel, su carne y sus huesos, todo aplanado y molido en una sola masa que posiblemente se extendió varios metros a lo largo de los rieles. Los pájaros hicieron lo suyo, no dejando evidencia del atroz suceso. No había quedado nada de ella más que las costras de su sangre sobre el impermeable.

Annie solo miraba el impermeable con ojos repletos de lágrimas que no se atrevían a deslizarse por sus mejillas. Su mirada impasible ocultaba el dolor que estaba destrozándola por dentro. Sagan se mantenía aferrado a su pantorrilla, mirando el impermeable con evidente tristeza. Ocultar sus emociones no era sencillo y solo viendo su rostro se veía con claridad el profundo estado de tristeza en el que se encontraba. Algo se había roto dentro de ellos, y desde ese momento nada volvería a ser igual.

Luego de la muerte de umbrella, el fantasma cobraría fuerza. Ganaría una voz, y le reclamaría por abandonarla. La atacaría por su indiferencia, y le agradecería por todo aquello que había hecho por salvarla. Annie estaba consciente que estaba cayendo en la locura, el cargo de consciencia la estaba matando y se dejaba ver en su apariencia demacrada. Despierta o dormida, ahí la veía. Vistiendo un impermeable amarillo, mirándola a los ojos como si pudiera ver su alma. O podía ser solo una masa de carne irreconocible regada a lo largo de las interminables vías del tren. Umbrella era un fantasma que ansiaba cobrar venganza contra todos aquellos que se aprovecharon de su inocencia... ante esa petición, Annie cedió. Todos pagarían con sangre lo que habían hecho.

Todos y cada uno de ellos.

Endless Despair (Skullgirls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora