Volviendo a conocer a los conocidos

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Sin haber podido dormir nada, por la mañana Junta no estaba seguro de cómo debía actuar, quería ir y preguntarle a Takato si estaba mejor y si quería desayunar o hacer algo pero también le había dicho que le daría su tiempo sin molestarlo, de repente escucho la ducha ¿será que Takato pensaba salir? ¿Pensaría irse de la casa? Con ese temor en mente entró rápidamente al cuarto a ver si había empacado sus cosas pero estaba todo en su lugar, eso lo tranquilizó un poco pero aun no sabía que hacer, estaba tan sumido en sus pensamientos que no escucho cuando la ducha se cerro y Takato salió del baño.
-Chunta ¿qué haces aquí?
-Nada Takato san solo quería entrar por algo de ropa y preguntarte si querías desayunar...
-No te preocupes Sasaki san pasara por mi, iremos a desayunar y a hacer algunas cosas, así tendrás el cuarto para ti.
-¿A que hora volverás?
-No lo sé pero ya te dije que no te preocupes, ahora si no te importa quisiera vestirme.
-Lo siento ya salgo.

Junta se veía tan triste que hacia que a Takato le doliera el corazón, se sentía muy mal por portarse así, no quería ser el malo pero necesitaba ver las cosas desde otra perspectiva, no podía vivir solo en la burbuja que Junta había creado para él y no podía solo creerle ciegamente todo, hoy era el día en que saldría al mundo en busca de respuestas.

-Ya esta Sasaki san esperándome abajo, así que me voy.
-Esta bien Takato san, cuídate mucho y por favor regresa...
-Lo haré, tu también cuídate y nos vemos en la noche.

Esas simples palabras llenaban de esperanza a Junta pues eran la promesa de que volvería a ver a su persona especial, haría lo que fuera por él y ahora tenia todo el día para pensar en como lograr su perdón por aquellos errores del pasado.

La primera parada en el día de Takato era como había dicho un desayuno con Sasaki san, en estos días se había dado cuenta de que en verdad él era su único amigo, en el tiempo que pasaba en su casa un día se le había ocurrido entablar conversación con los vecinos cuando los encontrara en el elevador pero no funcionó, al parecer no les gustaba mucho que la pareja de actores viviera ahí, incluso una señora mayor le dijo que deberían hacer menos ruido en las noches a lo que Takato simplemente se sonrojo y huyo, también en este tiempo se dio cuenta que no había otros amigos que le mandaran mensajes preguntándole por su ausencia o por su salud así que solo tenía a Sasaki para ayudarle.

-Bien Takatu kun, ¿que opinaste del guion del comercial?
-Pues creo que esta bien, parece sencillo, creo que ya hasta lo aprendí.
-Estoy seguro que lo harás muy bien, pero supongo que quieres hablar de algo más.
-Sasaki san disculpa que te moleste con estas cosas pero eres el único amigo que tengo, por cierto ¿porque no tengo más amigos?
-Todos estos años solo te ha interesado tu trabajo y no relacionarte con otros, claro hasta que conociste a Azumaya.
-Azumaya... ¿puedes contarme algo más de mi relación con él?
-.¿Pasa algo malo Takato?
-No, es simple curiosidad

Sasaki no creía que solo fuera curiosidad pero no quería presionar así que se limitaría a contestar lo que le preguntara.

-Como te había dicho desde que lo conociste cambiaste para mejorar y te veías mucho más feliz, me gustaría decirte más pero siempre has sido discreto y no es como que me hicieras muchas confesiones pero en verdad estabas enamorado y contento.
-¿Y peleábamos?
-La única vez que los vi peleados fue cuando se separaron pero no duro mucho y cuando volvieron lo hicieron con más fuerza, desde que te conoció él siempre deseo agradarte y lo logró.
-Gracias Sasaki san.
-Pero si no he hecho nada.
-Haces mucho y no solo ahora, siempre me has cuidado, ahora te quería pedir si me puedes llevar al estudio, quisiera hablar con un par de personas ahí.

Sasaki dejo a Takato en el estudio como se lo pidió, ahí quería buscar a ese tal Ayagui de quien habían hablado, anteriormente lo había visto así que esperaba encontrarlo sin problemas, sin embargo no contó con lo grandes que eran las instalaciones y con lo fácil que era perderse, después de dar un par de vueltas decidió que lo mejor era preguntar por ayuda y así varias personas lo fueron conduciendo poco a poco hasta llegar donde grababa el tal Ayagui, cuando por fin lo encontró este parecía muy contento de verlo.

Volvernos a enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora