El Genio Malvado

El nuevo Tyler

27.

Era de noche, todo estaba preparado. Usando la tarjeta de credito del padre de Tyler, que generosamente su madre le había facilitado temporalmente para que hiciera con ella lo que le dieran en gana para los preparativos (Henry tuvo la ligera sospecha de que los padres de Tyler no se llevaban la mar de bien) aprovechó  la situación para montar todo un espectáculo. Por suerte, y gracias a la membresía VIP que tenía  la familia en el sitio en que encargó todo, las cosas llegaron esa misma tarde en que las pidió.

"Tiron, querido. No quiero decir que te pasaste un poco en tus compras… pero todo esto son cosas que no suelen ir… con tu personalidad." Ella le tomó  la mano y le tomó  la temperatura para comprobar que no estuviera enfermo. "¿Hay algo que necesites decirme?"

"Sí mamí. Sí  tengo."

"A ver, soy toda oídos."

"¡Qué te quiero mucho mamita! Últimamente no me siento yo mismo. Me han pasado muchas cosas… ¿si me entiendes? Y quiero explorar todo con mis amigos… este lado mío que no sabía qué tenía."

"Entonces insistes en que quieres todo ésto." Ella suspiró, resignada, mas no enojada "solo se es joven una vez. Bien, quema tu etapa si te hace felíz.  Pero recuerda que tienes responsabilidades y que tienes que compararte bien cuando no estés en confianza con tus amigos."

"Gracias mami…"

El chico corrió, tomó sus cosas y se fue a su cuarto mientras la señora lo veía partir. "Mami." Repitió  ella, saboreando la palabra. "Necesito llevarlo al psicólogo… aunque podría acostumbrarme a que me llame así."

—

Los invitados llegaron. Stefano y su mejor amigo Lemon, que llevaba gorra rosa y azul vino con él. Luego llegó Alam Alamo, que le dio un fuerte abrazo de oso apenas los vio. De último, pero no menos importante… llegó "Henry."

Lo primero que notó Tyler, (en el cuerpo de Henry), fue el atuendo del anfitrión. Llevaba puesto un pijama con estampados de ositos Teddy comiendo miel. Y bajo este, se veía un visible bulto en los pantalones con un evidente plástico que sobresalía.

"Te ves… infantil." Dijo Tyler al ver lo que Henry había hecho con su apariencia.

"Tú pijama está re bárbaro" Comentó Lemon, quiero uno igual."

"Ah, tengo dos. Te lo presto." Respondió con júbilo el pelinegro.

Los invitados se miraron los unos a los otros sorprendidos. Este Tyler resultaba por alguna razón, un pelo más animado y risueño.

"¡Tienes una cosotota!" Exclamó Alam "¿Podemos bañarnos en la piscina?"

"Está noche no." Replicó el pelinegro "Lupin le está haciendo un tratamiento con cloro o algo así… además no puedo meterme. No me quedan pañales de piscina."

Los chicos se miraron los unos a los otros, una ligera tensión se rompió de pronto.

"¡Viejo! No es justo. Yo quería meterme."

"¿Qué vamos a comer de postre?" Preguntó Stefano, "ya sé que la cena aun no llega, pero necesito la información."

"Recuerda la dieta, chaparrito." Le dijo Lemon, guiñandole el ojo.

"Hoy no hay dieta. No puedo ser un invitado maleducado y evitar comer lo que haya esta noche. Piensa en el pobre Tyler y sus manitos de chef."

"Yo no cociné nada." Confesó el pelinegro.

"Piensa en la pobre madre de Tyler frente al horno."

"Ella tampoco." Añadió Tyler. "Fue Bertrand."

"¡PIENSA EN BERTRAND! El pobrecito…"

Mientras esta conversación tenía lugar, Henry le estaba mandando miradas asesinas al anfitrión.

"Así que… Tyler." Dijo alam "¿Sería descortés que hablemos de tu… este…?

"¿Pañales? No, en lo absoluto." Dijo Tyler "Los necesito para dormir, y a veces para el diario. Es algo vergonzoso, pero ya que ustedes son mis amigos puedo ser más yo mismo." Tyler bajó un poco el pantalón del pijama y todos pudieron ver el pañal y sus dibujos infantiles "estos son mis favoritos, soy un poco meón pero aguantan bien."

Henry se sonrojó  y le empezó  a temblar un ojo del estrés. No podía  decirle nada, porque era un invitado y, porque se le rompería el personaje. 

"Yo… me refería a tu collar de perros…"

"Ah… eso." Tyler tocó el collar rojo alrededor de su cuello." Me gusta jugar a que soy un cachorrito porque muerdo a la gente, hehe…"

Lemon escuchó  eso y se echó a reír.

"No conocía este lado tuyo, Tyler. Todos deberían conocerlo."

"Es que me da penita…"

"Todos deberían conocer al Tyler cachorro" Sentenció Lemon, dandole un abrazo. A lo que Tyler aprovechó  y le llenó  la cara de lamidas ansiosas al tiempo que jadeaba. "Jajajaja, ¡para! Que asco… jaja TYLER."

Todos se rieron menos Henry. Al que le hubiera gustado agarrar un periódico y pegarle a esa representación falsa de sí mismo. Lo odiaba hoy mas quebde costumbre. Se presentó en su vieja casa solo para ver que tramaba el problemático chico diabólico y quizás humillarlo un poco. Hasta se había puesto ropa rosa para hacer enojar a su enemigo esa noche, pero este lo había superado a todas luces. Verse a sí mismo haciendo esa clase de cosas era… bueno, le provocaba sentimientos confusos.

Además, por alguna razón, los chicos se lo estaban tomando con calma, a estas alturas, y según su experiencia, un comportamiento  tan bochornoso venía seguido de burlas y maltrato… si… aunque normalmente era él  quien proporcionaba el maltrato.

"Oye, ahora sí. Hablando de tus pañales." Dijo Alam "Que no te de pena conmigo. Sé que los necesitas. Y lo del collar está bien. Todos tenemos secretos."

"Claro, por ejemplo, Stefano es adicto al Lol." Dijo Lemon, señalando a su amigo.

Todos miraron a Stefano, quien se sintió ofendido al instante.

"¡No me miren así! Tengo un problema, es serio… además… ¡Lemon habla solo cuando nadie lo ve!"

Todos se rieron un poco de eso, solo por lo aleatorio que sonaba.

"¿Y tú cómo sabes? ¿Acaso me espías?"

"No eres tan silencioso como te gustaría."

Entonces, el timbre sonó de nuevo y mayor domo abrió la puerta… ¡Era Ferger!

Tyler se quedó  con la boca abierta.

Continuará…

Nota:
Me he sentido desanimado estos días, así que me lo estoy tomando con calma. Aquí tienen el cap 27. La historia iba a terminar ya para estas alturas... pero tomé un camino menos asesino esta vez.
Espero que no se esten aburriendo.