El Genio Malvado

¡Te lo Ordeno!

10.

"No puedo créelo Tyler. ¡Esto es inaceptable! Golpear a otro chico en una tumba ¿en que estabas pensando?" Dijo la maestra Lovecraft con su aguda voz histérica. "Esto se acaba ya mismo. Quiero que te disculpes con Herny y hagan las pases. Tu padre se enterará de esto."

Esa amenaza hizo a Tyler estremecerse. No sabía qué hacer, todos lo estaban viendo; tenía una visible huella de humedad en los pantalones. Afortunadamente, la fosa en sí estaba húmeda y llena de barro, así que nadie podía notar que había tenido un extraño accidente del que no recordaba nada. Sabía que no podía haber sido la húmedad del barro solamente lo que tenía encima porque debajo de sus pantalones se sentía bastante mojado. Estaba muy avergonzado y rezaba para que nadie supiera diferenciar lo que había pasado de lo que posiblemente pasó. Él mismo desearía saber qué había pasado.

Al mirar a Henry, con un ojo morado y la boca llena de sangre supo que lo había hecho él. El pobretón seguramente se lo merecía, pero tenía un borrón de cómo había comenzado. Todo lo que recordaba era que estaba a punto de jugarle una broma, iba a fingir que lo enterraba vivo para verlo llorar como niña y humillarlo. Pero de pronto algo salió mal.

Henry tenía un diente que se le había caído en la mano y lo miraba con ojos vidriosos… se veía tan frágil que le daba lástima, sabía que eso era lo que todos los demás veían. En cambio a él, seguro lo estaban percibiendo como un acosador desquiciado. Henry tenía la cara lastimada por sus golpes mientras que Tyler tenía apenas los puños arañados y el estómago con una visible huella de zapato. Quien tuviera ojos, que viera.

"Discúlpate con Henry en este instante y dale la mano. No sé qué hay entre ustedes dos pero se acaba ya mismo."

Tyler miró a su adversario. Ya no tenía ese talante desafiante y marginal de antes. Después  de los golpes apenas y recordaba el desprecio que sentía por él… se preguntó  si todo eso valía la pena. ¿Padre en verdad tenía razón sobre los pobres? Si la tenía… ¿Por qué todos actuaban como si Tyler fuera el monstruo cuando claramente actuaba por el bien de todos? ¿Es que nadie lo veía?

"Tyler, te estoy esperando. Discúlpate con el pobre Henry."

"Yo… no me voy a acercar a ese chico pobre" dijo Tyler de forma preprogramada.

Notó  que todos a su alrededor susurraban con reproche. Sintió que todos estaban en su contra.

Henry miró al suelo, gimoteó un poco y lloró  patéticas lágrimas de clase baja. Era tan estúpido.

"No llores, Henry. Tyler es un idiota" dijo Stefano, que se acercó a la que todos creían era la victima. "Oye, ¿quieres un dulce? Te doy de mis dulces."

"Me duele el diente…"

"Ay... pero ya no lo tienes, está en tu mano."

"Aún así me duele…"

Tyler tragó saliva. Henry lo estaba haciendo peor. Su madre decía que lo más importante eran las apariencias. Y ahí,  lleno de barro y oliendo mal, no tuvo otra opción que elegir no parecer peor de lo que era.

"Perdón, Henry… creí que eras malo… pero creo que estaba mal. Ya no te molestaré. Lo juro."

Henry miró a Tyler, se sorbió los mocos.

"Muy bien" dijo la maestra "Henry, te ordeno que lo perdones."

Henry miró  a la maestra y luego a Tyler. Este último extendió la mano para saludarse como hombres y acabar con el asunto. Pero el otro chico hizo algo que no vio venir.

"Te perdono" dijo Henry. Y contra todo pronostico le dio un abrazo a Tyler. Todo el mundo se sorprendió.

Era un abrazo invasivo. Fuerte, como si pretendiera unirse muy fuertemente a Tyler. Y el chico rico, por otro lado, tuvo una oleada de sentimientos encontrados. El tacto de Henry debería ser repulsivo, como el de una rata que con certeza tiene sarna. Pero no lo era. En su lugar, era cálido, tierno y distinto. 

Tyler intentó recordar cuándo fue la última vez que le dieron un abrazo que se sintiera tan raro y tan bien… y descubrió de pronto que los únicos que llegaron a abrazarlo fueron sus niñeras y su abuelo. Sus padres en realidad casi no le demostraban afecto. Sintió muy extraño aquello, como si los brazos de Henry de pronto compensaran los golpes que padre le daba, y en su lugar pudiera escuchar que alguien decía <<eres muy especial Tyler, estoy orgulloso>>

Pero mientras tanto, en el mundo real, todos estaban extrañados de la escena. Y entonces Henry, que era un poco raro aparte de ser pobre y diabetico, díjole:

"¿Quieres venir a jugar a mi casa algún día?"

Obviamente no debía aceptar la invitación de niños mugrosos. Madre se lo tenía prohibido. 

"Yo…"

"Tyler, Henry está  haciendo un esfuerzo. Vas a decirle que sí" insistió  la maestra.

Tyler asintió, y eso cerró el trato.

Nota:
Una vez más aquí. Siento que este cap quedó algo corto xD pero las cosas deben ir al ritmo que deben ir.
Espero no les moleste mi spam de imágenes gif. En mi mente es entretenido ponerlas.
Los veo mañana en el próximo capítulo (si tengo electricidad, es mas frecuente que de lo que me gustaría).

Besi de fresi.