Capitulo 8: Contacto astral

53 9 0
                                    





Narrador
Dunbroch

Merida y Eret habían llegado débiles después de tal golpiza que recibieron y se dirigieron a ver si Hipo y Jack estaban bien.

M: Chicos!!!! Están bien???

Pregunto preocupada por ellos.


Hipo y Jack recién se estaban levantando aunque recibieron un gran golpe no pareció que estaban tan grave.


H: Tiene la flama no es así???

Er: Si, aghhhhh!!!!!

A Eret le seguía doliendo el brazo que se rompió anteriormente.

J: Eret, estas bien???

Er: Lo estaré, pero ahora tenemos que volver con todos al Castillo de Dunbroch, seguramente con la esfera de nieve fue a buscar la que estaba en ese palacio.


J: Elsa.... Oh no.

H: Seguramente estarán bien. Por ahora volvamos a Dunbroch, nos reuniremos en el castillo.

M: También tenemos que avisarle a mis padres de esta situación.

J: Pues andando entonces.

Cada uno se subió a su dragón Merida con Eret para cuidar su herida.

Jack se sentía frustrado por dentro, con todo lo que puede perder, Elsa, su futuro hijo, todavía guardaba la esperanza de qué hay una posibilidad de detener a Zaxus, pero conforme pasa el tiempo esa esperanza de va desvaneciendo.


H: Jack, hay que irnos.

J: Si lo siento.


Jack tomo impulso y empezó a volar.

En otro lugar con Zaxus.

Las fuerzas del destructor se estaban reuniendo en un lugar, y en la cima de un monte, Zaxus puso las dos primeras flamas juntas lo que hizo que se activaran al instante.

Za: Finalmente la piezas están cayendo en su lugar, pronto, la aniquilación total de este patético planeta estará completa


-Mi señor, hay un problema.


Za: Que sucede???


-Es sobre el último artefacto, su señal es muy difícil de rastrear, el lugar donde esta debe estar debe tener una magia demasiado antigua. Necesitamos más tiempo para localizarla


Za: Mas te vale que la encuentres. Por tu bien.

Zaxus amenazó a su sirviente apuntándole su lanza a su cara.


-Si mi señor.......

Zaxus se quedó admirando las flamas del Ragnarok, contemplando el poder inimaginable con el que reclamaría el premio que le fue arrebatado hace mil años.

Y lejos del monte donde se encontraba todos sus soldados Onis gritaban en honor a su amo levantando Armas y todo.


Castillo de Dunbroch.

En el salón principal del castillo, los enfermeros tomaban cuidado de las heridas de Hipo Jack y Eret.

M: Madre esta situación es seria, no se si podamos detener esto

Los Elegidos: Invasión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora