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"¡INSENSITIVE!... ¡INSENSITIVE!... ¡INSENSITIVE!"

Las voces y el alboroto que causaban los fanáticos se filtraban por las paredes, incluso detrás del escenario y dentro de su camerino. Hacía calor y el ambiente era tenso, una combinación que hacía que su estómago se revolviera, atentando con vomitar la galleta que Buzzcut le había dado al medio día.

-Mierda... -trastabilló apretando los dientes.

Los maquillistas y gente del staff que lo habían preparado con esmero ya no estaban, sólo estaba él y su reflejo en el espejo enfrente. Los tatuajes falsos, el maquillaje, parches para tapar golpes, chupetones por acá y allá sobre su pálido abdomen.

Y ese collar de perro duramente ajustado en su cuello, se veía genial, pero ya ni siquiera sabía si esa persona era él, se sentía desconectado de la realidad; ¿Cuándo se convirtió en esto?

INSENSITIVE!... ¡INSENSITIVE!... ¡INSENSITIVE!"

Respiró profundo mientras miraba sus manos, incluso sus uñas pintadas de negro le provocaban un sabor amargo en la boca y está vez no era por el crack.

Se dispuso a estirar sus dedos, sería una larga noche y tenía que estar preparado para tocar adecuadamente la guitarra. Aunque realmente sólo necesitará un pequeño calentamiento, los nervios que tenía encima el pelirrojo lo obligaban a doblar sus dedos hasta casi romperlos.

Estaba tan absorto en eso, que se sobresaltó en cuanto escuchó la puerta detrás de él abrirse rápidamente, miro el espejo frente a él, y en el reflejo encontró una mirada dorada, la tensión aumentó y She Li sólo sonrió para luego cerrar la puerta detrás de si. Sin voltear a verlo, lo observó acercarse a paso lento, cerró los ojos e inhaló profundamente al sentir el toque frío de la yema de sus dedos sobre su acalorada piel.

-Te ves nervioso Red -murmuró el moreno en su oído, dejando con su aliento un escalofrío en su piel, acariciando sus hombros en patrones circulares, palpando lo rígidos que estos estaban.

-Estoy perfectamente, imbécil -soltó altanero para volver a mirar su reflejo, notando que She Li también lo estaba observando, aún con esa sonrisa torcida que hacía ver tan atractivo a su jodido rostro.

-Jeje... tienes razón Red, estás perfecto -y dicho esto el pelirrojo sintió una mano bajar de su hombro y pasar por su espalda para luego desaparecer-. Pero, sé cómo podrías estar mejor.

She Li puso frente a sus ojos una pequeña bolsita con un polvo blanco, el corazón del ojo ámbar se aceleró gustoso de la idea.

-¿No lo quieres? -le volvió a susurrar dulcemente al oído-. Vamos, ¿No quieres dar un espectáculo fenomenal?

Se mordió los labios, Dios, claro que sí quería, su cuerpo le rogaba que consumiera. Pero, su mente le decía que She Li no estaba ahí sólo para dejarle la cocaína sobre la mesa; y él también se sentía ansioso al respecto.

--Se... Se supone que empezamos en 15 minutos, no? -Pregunto dirigiendo su mirada a She Li-. Supongo que es tiempo suficiente para una mamada.

Y She Li río.

"¡INSENSITIVE!... ¡INSENSITIVE!... ¡INSENSITIVE!"

Por los pasillos se olía un ligero olor entre la tierra mojada y gasolina.

Las pocas personas del staff que estaban por los alrededores no desconocían ese aroma, simplemente lo ignoraron y siguieron trabajando arduamente para llevar a cabo el espectáculo que estaba por acontecer.

Dos personas extasiadas y sucumbidas al golpe de euforia que azotaba sus cuerpos, el calor del ambiente, la respiración exaltada del pelo plata y los húmedos sonidos de la boca del pelirrojo al subir y bajar; provocaba que la pequeña habitación tuviera un tono caliente y provocativo.

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