1

7K 289 8
                                    

— Papá detente — exclamé al ver que lanza todas mis cosas a la calle.

El me ignoró y él sigue lazando mis cosas — no quiero zorras viviendo en mi casa, eres igual que tú madre

Lo sujeto del brazo para evitar que siga lazando mis cosas — papá estás ebrio

Mi padre me observa furioso y me empuja afuera de la casa y cierra de un golpe la puerta.

Empiezo a golpear fuerte la puerta — papá déjame entrar es noche y hace frío— grito mientras sigo golpeando la puerta.

Pero no consigo que me abra la puerta a pesar de mis golpe en la puerta.

Me doy la vuelta a escuchar pasos y me encuentro con Killian y su mirada penetrante

— Déjame adivinar el ebrio de tu padre te corrió

Lo ignoró mientras reúno mis cosas del piso, mientras intento pensar donde voy a pasar la noche, Killian sigue parado ahí observándome

Killian me arrebato mis cosas de mala gana

Frunzo el ceño — dame mis cosas

Él niega con la cabeza y comienza a caminar, lo sigo, pero Killian camina muy rápido mi baja estatura no me permite seguir a su ritmo. Él no se detiene hasta llegar a su casa

— ¿Vas a entrar o no?

— No, solo quiero mis cosas

Killian me da una mala mirada — ¿dónde te vas a quedar? En la calle como un cachorro perdido

Rodeó los ojos — no es tú problema, y quizás en el sofá de Damián

— Cállate y entra de una vez en la casa Gasparin— me tomo del brazo e hizo que entrara a su casa

Al entrar a la casa analicé todo y me sorprendí al ver todo el desorden qué hay, en la sala, en el comedor y la cocina

— Vas a quedarte parada ahí como estatua, o quieres ver dónde vas a dormir— me hace un gesto para lo siga

— La sala, comedor, cocina, el baño, la habitación de mi padre y la mía. Tú vas a dormir en la mía, mi padre solo se aparece una vez a la semana, pero aun así no entres, yo voy a dormir en el sofá.

Entro en la habitación y observó todo, la cama está llena de ropa de Killian, arriba de la cama hay repisas con su colección de autos, y una esquina su saco de boxeo. Me acuesto a un lado de la cama, mientras observo el techo con el ceño fruncido tratando de entender cómo llegue hasta aquí.

Me desperté con el sonido de mi alarma, me levanté y fui directo al baño, después de unos minutos salgo ya vestida con un vestido corto tipo de camisa.

Me encuentro con Killian quien está sudado y agitado me observa unos minutos, pero después se sigue hasta la cocina donde se sirve un vaso de agua

Tomó mi bolsa — vendré por mis cosas después de las clases y antes de mi trabajo. Camino hasta la puerta he intento abrirla, pero Killian la cierra de mala forma

— ¿ A dónde vas?

— Te lo dije, voy a la escuela Damián ya me debe estar esperando en la parada

— Te llevo yo

Negué — que pasara la noche en tu casa, no se significa que me tienes que cuidar

Me da una mala mirada — dije que te llevo yo, o eres sorda— dijo de mala gana mientras me toman del brazo y arrastra hasta su coche que está afueran de la casa.

Una vez arriba del coche Killian empieza a conducir como un loco sin respetar los señales de velocidad, por lo cual llegamos en pocos minutos a la escuela, bajo del auto rápidamente y molesta.

—Gasparin te dejare las llaves debajo de la tortuga de la entrada

Le di una mala cara y seguí mi camino antes de entrar a la escuela me encontré a Damián quien me observa molesto

— ¿Dónde has estado? Te espere en la parada — dijo en ceño fruncido

Desvíe la mirada — Dami mi padre me corrió ayer en la noche llegó muy ebrio y comenzó a decir cuánto me odia que soy igual que mi madre y que ya me soporto por mucho tiempo

Damián aprieta los puños — es un idiota

—No importa, solo necesito un lugar para dormir, tal vez un sofá en tu casa

Damián aparta la mirada — Ezra, sabes que si fuera por mi te diría que sí, pero no hay espacio

Suspire frustrada — está bien lo entiendo, solo ayúdame a ir por mis cosas

Damián asiste — ¿ dónde vas a quedarte?

— Supongo que la bodega del restaurante de tú madre hasta que consiga un lugar, pero no quiero pensarlo por ahora, mejor vamos a clases.

Las clases terminaron rápido por suerte, así que Damián y yo nos dirigimos hacia nuestras casas, cuando estábamos a punto de llegar, el celular de Damián sonó y el inmediatamente puso un gesto de preocupación

— ¿Qué ocurre? — le pregunté

— Elena está en el hospital tengo que irme ¿vas a estar bien?

— Si, llámame cuando sepas cómo sigue tu hermana

Damián asiste y toma otra dirección, mientras yo camino hasta llegar al vecindario, antes de entrar la casa Killian decido entrar a mi casa a buscar el violín de mi madre que tengo escondido en mi habitación.
Entro a la casa veo que mi padre está dormido en el sofá, así qué pasó sin hacer ruido hasta llegar a mi habitación a buscar el violín de madre, una vez dentro de mi habitación lo tomo rápidamente. Al salir me encontré con mi padre quien me lanza una mirada furiosa y camina hacia a mí, yo retrocedo unos pasos con un gesto de miedo

— ¿Qué haces aquí Esmeralda? — me grita el nombre de mi madre a la cara

— Papá, soy Ezra.

El toma un sorbo de la cerveza que está en la mesa — la zorra miniatura, creí que te había corrido de mi casa, pedazo de basura.

— Ya me voy — murmuré

Mi padre clava la mirada en el estuche del violín — ¿qué llevas ahí?

— Nada

El me arrebata el estuche de violín — yo le compré esto a Esmeralda, no te lo vas a llevar a ningún lado, o que también eres tan patética que sueñas con ser una violinista famosa igual que golfa de mi madre — me grito a la cara

Desvió la mirada he intento avanzar, pero mi padre lo impide — te hice una pregunta

Mi respiración se acelera y mi cuerpo está temblando — solo deja que me lo lleve

— No y esto que aprendas a no volver —levanta la mano y me da un golpe en mejilla, mis ojos se inundan con lágrimas, me toma del brazo y me saca de la casa.

Estoy furiosa y no solo por el golpe a fin de cuenta ya estaba acostumbrada a que mi padre me golpeara, pero el violín es lo único que me queda de mi madre.

Cuando estaba a punto de tocar la puerta, Killian apareció enfrente de mi

— ¿Qué te pasó en la cara?

— Nada

Killian toma mi brazo y me arrastro a su casa, hace que me siente en el sofá, mientras él va a la cocina por hielo

— Ponlo en tu cara — dice molesto — ¿Porque fuiste ahí?

— Quería algo de mi casa

— Qué el ebrio e inútil de tu padre, te acabe de golpes

Desvíe la mirada — eso no es tu asunto

Killian observa furioso— tienes razón no es mi problema que seas una niña idiota

Me levantó ofendida del sofá— iré al trabajo, después vengo por mis cosas

— No te estoy pidiendo explicaciones, no me interesa lo que hagas — se dio la vuelta y salió de la casa

La equivocación más perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora