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Abby le saco la lengua — que miedo — dijo riéndose

Killian le dio una mala mirada antes de entrar a la habitación con Sam

Ella fijo la vista en mi — voy a cerrar el bar, espera aquí al gruñón

Trague saliva — espera. ¿Sam es su hija? — dije nerviosa

Ella me sonrió — no, Sami es mi hija.

— ¿Cómo se conocieron?

Abby suspiró — Ezra me gustaría contarte todo, pero no puedo contarte mi historia sin contarte la de Killian, y ya lo hice enojar lo suficiente por un día

— Es que no lo entiendo, él parece tener dos personalidades, es amable y se preocupa, pero segundos después de lo contrario

— Entender a Killian es complicado y agotador lo sé, pero vale la pena que el este en tu vida — dijo antes de salir

Me quede observando la oficina mientras Killian vuelve, y tomo una foto que de escritorio es su madre y el, Miranda era una mujer atractiva de piel morena clara, pelo negro, ojos azules delgada y alta

— Quien te dijo que puedes tocar mis cosas — exclamó furioso Killian y me arrebata la foto de la mala gana

Desvié la mirada— solo...

El me corto mientras frunce el ceño — no importa no toques mi cosas

— ¿Qué ocurre? — preguntó Abby que está parada en la puerta

— Nada que te importe— dijo de mala forma

— Hablamos cuando estés de mejor humor y te tranquilices — exclamó Abby

— ¿ Y cuándo es eso? — pregunte

Abby se rio abiertamente

Killian rodeo los ojos — jaja que divertidas, vamos Gasparin

Lo seguí hasta subir a su auto una vez adentro él empezó a conducir de forma rápida a la cual ya me estaba acostumbrando, tengo la vista clavada en mis pies

— Abby es agradable

El me observo — lo es, pero siempre habla de más y cuando no tiene que hacerlo, no sabe cuándo debe cerrar la boca igual tu

Puse los ojos en blanco— ¿Viven en el bar?

— No es tu asunto — dijo cortantemente

El resto del camino hubo silencio, y Killian tiene su habitual expresión de seriedad combinada con enfado, cuando te observa fijamente es muy difícil sostenerle la mirada, realmente todo en él es intenso, supongo que esa misma intensidad es la razón por la cual lo hace ver más interesante.

Minutos después llegamos a la casa, el estaciono el auto enfrente de su casa, al bajar escuche que mi padre me grita, me tense automáticamente y Killian lo noto

— Debí de saberlo, qué estarías de zorra con Killian— grito

Killian le da una mala mirada y se pone enfrente de mí, cuando mi padre intenta avanzar hacia a mí él lo impide

Mi padre aprieta los puños— creí que había dejado las cosas claras, tienes que trabajar de dejar de perder el tiempo, tienes una deuda conmigo

Killian me observa — ¿de qué trabajo habla?

Retrocedí unos pasos y baje la mirada en ese instante Killian lo entendió todo y le lanzó el primer golpe a mi padre, mi padre se lo devolvió al instante, pero Killian se las arregló para derribarlo, le lanzo otro golpe para asegurarse que mi padre no se levante, el que se quedó en el piso mientras le sangra la nariz.

La equivocación más perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora