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Desperté con los gritos de Killian, él estaba hablando dormido y parece muy inquieto

— Ezra, no me dejes, por favor espera te amo, no me dejes te necesito — exclamó Killian muy asustado

Lo muevo lentamente para despertarlo — ¡ Killian! Aquí estoy — dije mientras coloco mi mano sobre su frente al ver que está sudando, tiene fiebre. Salgo de la habitación preocupada y busco a una enfermera para que revise a Killian.

Segundo después de unos segundos la enfermera y yo entramos a la habitación donde él sigue hablando dormido.

— Voy a ser mejor para ti, seré la persona que necesitas, perdón, perdón, perdón— pronuncia desesperado.

Se me parte el corazón escuchar sus palabras y siento cómo ve caen lágrimas sobre mis mejillas, respiro profundo, limpio mis lágrimas mientras veo cómo la enfermera lo revisa y aplica un medicamento por sus venas.

— Estará bien — dice cuando termina de aplicar su medicamento, me deja nuevamente sola con él.

Me acerco a Killian y le doy un beso en la frente — Perdón por lastimarte.

Tome asiento en una silla a lado de su cama mientras tomo mi celular y comienzo a buscar universidades con convocatoria en arte, para enviar los trabajos de Killian, ya que en ese instante por fin entendí que él tenía razón, nuestro destino solo es acompañarnos mientras el camino sea el mismo pero el camino ya se terminó y seguir queriendo forzar el mismo camino nos está lastimando ambos, Killian siempre dijo que yo que quería que yo fuera mi prioridad que me eligiera a mí sobre todo, ahora es su turno de elegirse a él, dejar de vivir solo para cuidar a los demás, y empezar a preocuparse por él y por sus sueños por cumplir.

Siento como caen lágrimas sobre mis mejillas, no se supone que esto terminara así, se supone que existen los finales felices con la persona que amas, pero por una extraña razón yo no estoy teniendo el mío, como dejar ir Killian la persona que enseñó lo que es el amor, el respeto y la confianza podría ser la decisión correcta para mí, pero esta decisión no se trata de mi final perfecto y feliz sino el de Killian ya ha renunciado a mucho por mí y el momento de yo haga algo por él, necesita sanar sus heridas y estar con una persona insegura que constantemente necesita que la salven no lo ayuda y yo necesito aprender a estar sola, a defenderme y no dejar que nadie abuse de mi física o psicológicamente.

Después de unos minutos buscando universidades, mientras mi cerebro me sabotea con ideas de que estúpida soy, cómo es posible que deje a la mejor persona que tengo en vida, encuentro la página del Instituto Marangori- La escuela de arte en Florencia la cual tiene una convocatoria para el siguiente ciclo escolar, reviso atentamente todos los requisitos para pedirle ayuda a Abby para enviar la solicitud a nombre Killian.

— ¿ Gasparin qué haces en esa silla? — exclama Killian

Su voz me despierta, me duele un poco el cuello por la posición en la que dormí — nada, no importa

El hace un gesto — haz que alguien en este horrible hospital me deje ir

Rodeo los ojos — no puedes decir tú, cuando te puedes ir del hospital

El me da una mirada retadora — no voy a pasar otro día en esta horrible cama, o comiendo esa comida asquerosa, así con el alta o no me voy hoy

Hago una mueca de molestia — Sino hubieras sido un imbécil, no estarías aquí todo lastimado, así que ahora enfrenta las consecuencias de tu lado impulsivo

Él pone los ojos en blanco— no me voy a disculpar contigo, ni diré que lamento mi decisión porque no lo haré Ezra

Cruzó los brazos — te disculpaste con Abby

La equivocación más perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora