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Abby se separó de mí lentamente y fue a la cocina por el hielo y pastillas, yo me senté en el sofá a los pocos segundos ella regreso me coloqué el hielo en mis costilla haciendo una mueca por el dolor

Abby se sentó a lado de Sam mientras la observa fijamente— Lexi fue mi mejor amiga, pero cuando me embaracé ella siempre me dejo cuando más la necesitaba

Mis ojos se abrieron completamente — no tienes que contármelo

Abby asiste y suspira — quiero hacerlo, Lexi y yo siempre fuimos muy diferentes en todo, pero funcionamos nos completamos, yo entre al equipo de lucha libre femenil y ella se convirtió en porrista, conocí a Killian porque sus entrenamientos eran una hora después que los míos, así que nos hicimos amigos, Lexi se enamoró de él después de verlo y después de algunas semanas por fin logró que Killian la invitara a salir — Abby hizo una pausa — Eso no importa, años después ellos seguían juntos y en una pelea de Killian, conocía a Liam, un chico alto, de piel oliva clara, ojos color miel, una sonrisa encantadora, y muy atractivo, empezamos a salir por unos meses y todo iba bien hasta la fiesta de otoño de la escuela, en el transcurso del baile empezamos a discutir así que dejamos la fiesta, el me llevo a mi casa mis padres no estaban y Liam me empezó a besar para terminar con la discusión, me recostó en el sofá y se subió arriba de mí, pero yo seguía molesta así que no quería tener relaciones con él, pero no le importa me dijo que no me hiciera la Santa que ya habíamos tenido relación, intenté detenerlo pero puede — dijo con la voz temblorosa le brotan lágrimas, y mueve su pie rápidamente por la ansiedad

Tragué saliva y tomé su mano realmente no sé qué decir, y por unos instantes observo a Sam, mientras logro asimilar que es producto de su violación

Abby se limpia las lágrimas — no les dije a mis padres lo que había pasado, nadie me iba a creer que mi novio me violó en mi casa, solo me iban a juzgar por tener relaciones sexuales, además el padre de Liam se iba encargar de sacarlo de la cuidad o de desaparecer mi denuncia, un mes después me enteré que estaba embarazada, cuando le dije a mis padres se volvieron locos y me dijeron que era una decepción y que tenía solo una opción realízame un aborto, tenía 17 años que no podía cuidar a un bebé, así que acepte.

Semanas después Lexi me acompañó a la clínica pero no pude, mis padres me corrieron de la casa y empecé a dormir arriba del bar desde entonces, Lexi se empezó a distanciar de mí, siempre estaba ocupada o tenía algún pretexto para no estar conmigo. Lexi está lejos de ser perfecta y te aseguro que después de lo que hizo, nunca podría ver como perfecta, así que déjate de inseguridades porque él te quiere. — Abby acomoda su cabeza en mi hombro

— Te admiro Abby, eres fuerte, valiente y segura de ti

— También lo eres, sólo debes dejar de dudar de ti.

Ambos estuvimos un tiempo en la misma posición sin decir nada, es como si con el silencio no dijéramos todo lo que necesitamos oír después un rato Abby aceptó irse a dormir a la habitación con Sam. Me desperté muy temprano, no había dormido casi nada, no dejaba de pensar a qué se refería Damián, y en que tenía que arreglar lo que ocasione, así que me levanté y fui directo a la cocina y empecé a cocinar unas tortitas y piqué fruta, y café lo puse todo en una bandeja y fui directo a casa de Damián, sé que un desayuno no va a liberar a Killian, pero tal vez Damián comprenda que el sigue siendo importante para mí, y que lo quiero. Salí de la casa con el desayuno y me dirijo a su casa, Elena me abrió la puerta y me recibió con un abrazo

— Ezra — dijo emocionada

— Hola

— ¿Es para mí el desayuno?

— No, es para Damián para recordarle que siempre voy a estar con él, porque lo quiero mucho

— Mamá dice que Dami, está mejor sin ti que solo eres una zorra y por eso vives con delincuente de Killian

La equivocación más perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora