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Desperté en la cama no recuerdo muy bien cómo llegué hasta aquí, me levanto lentamente y siento como me punza la cabeza me molesta la luz que entra por la ventana, y tengo bastante sed, salgo de la habitación y caminó hacia a la cocina, pero antes de llegar escucho las voces de Killian y Abby, así que oculto para escuchar que dicen, Killian tiene su rostro de seriedad igual que siempre, pero en sus hombros tiene a Sami

Abby se llevó la mano a la cabeza — habla más bajo

Él puso los ojos el blanco — querías beber, oye Sami vamos a hacer un juego quien hable más fuerte gana un premio

Sami sonrió — de acuerdo

Abby le dio una mala mirada — no uses a Sami para molestarme

Killian frunció el ceño — tienes que ayudarme con Ezra

Me tensé están hablando de mí, y porque necesita mi ayuda

— ¿Qué quieres que haga yo?

— Eres psicóloga y Ezra es codependiente a las personas

— Soy estudiante— Abby sonrió. — Ella busca desesperada la aprobación de las personas y tener una relación y tu alejas de todos, ves la ironía — dijo bromeando

Killian la observa molesto — no es divertido Abby

Vaya así que eso piensa de mi Killian que necesito tener la aprobación de todos

— Un poco, ¿verdad Sami?

— Si

Killian observó serio a Abby — ¿quieres tomarlo con seriedad? — dijo molesto

Abby cruzó los brazos — Ezra no es una niña pequeña, no necesita que le digas que puede o no hacer, no necesita que intentes actuar como su padre porque no eres, eres su novio y eso necesita que seas, necesita saber que vas estar ahí y que no te irás, porque le tienes miedo a expresar tus sentimientos, por dios Killian, Ezra ha vivido una mierda de vida por muchos años— Abby hace una pausa y observa a Sami— Se que tú también, incluyó yo pero no me oculto y no tengo miedo de decir lo que siento y pienso

Killian frunció el ceño — no sé cómo arreglarlo

Abby se frustró — joder Killian, Ezra no está esperando una disculpa épica con su nombre en el cielo o mil flores solo que hables con ella

Killian aparta la mirada — no puedo, no sé cómo

— Puedes hacerle una carta, o dibujo Diego me hizo uno porque le gustó— dijo tiernamente Sam

Abby se rió — hasta los niños de cuatro años se expresan mejor sus emociones que tú

Killian bajó a Sam de el — nadie puede darte nada, oye si ese niño precoz te quiere dar algo tú debes hacer el golpe que te enseñe a dar, de acuerdo Sami

— Si

— Deja a mi hija en paz, no le inculques tus miedo a la comunicación

Sam apartó la vista de ellos y me vio oculta — Ezra — grito emocionada

Intenté ocultar que estaba escondida, me llevé mis manos a la cabeza— porque todos hablan tan fuerte — camine hacia ellos.

Abby me sonrió — toma una pastilla

Acepte la pastilla

— ¿Puedes venir conmigo por favor? — murmuró Killian

Lo observé sorprendida— de acuerdo

Abby se acercó y le dio un beso en la mejilla antes de separarse le murmuró algo

Salimos de la casa y subimos a su auto, él empezó a conducir no me observo en todo el camino, después de quince minutos de un silencio incómodo por fin detuvo el auto en un centro de ayuda, el bajo del auto y yo detrás de él, no he entiendo que hacemos ahí él sigue caminando hasta llegar a un salón donde hay un ring de boxeo y algunos sacos de box, pesas y cuerdas para brincar.

La equivocación más perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora