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A la mañana siguiente me desperté con nada de ánimos, no pude dormir casi nada, no dejaba de pensar en él, y recordaba las veces en las que mi cuerpo había estado rodeado por los brazos de Killian, como por un extraño motivo me sentía cómoda y segura con él.

Intenté dejar de pensar en Killian y me empecé arreglar para escuela, tomé una playera blanca y mono overol de pierna ancha color azul marino, y tenis blancos.
Al salir de habitación busqué rastros de Killian por la casa, pero no había nada

— No volvió anoche — exclamó Diego quien se encuentra en la cocina.

Me acerqué a la cocina y me serví una taza de café, Diego siento me observa fijamente

— Tú y mi hijo se parecen demasiado

Frunzo el ceño y bajó la taza — ¿es una broma?

— No físicamente, pero ambos se guardan las cosas para ustedes mismos, solo veo una diferencia en ti, y que a pesar de todo lo qué has vivido tú ves bondad en los demás, y Killian no.

— ¿Sabe dónde está?

Él negó — mi relación con Killian es complicada, a él no interesa compartir su vida conmigo, soy un extraño.

Me di la vuelta y camine hacia a la puerta, pero antes de salir vi una caja con mis cosas y violín de mi madre roto, Diego pone su mano de mi hombro — lo siento Ezra estaban en la calle, la mayoría están rotas, pero aún si quise traerlas, limpie las lágrimas que caen sobre mi mejilla y salí de la casa.

Empecé a caminar hasta la escuela minutos después cuando llegue fui a buscar a Damián quien se encuentra en las cancha entrenando al verme se acercó a mí, con gesto de enfadó

— Oye lamento lo de anoche

— Tu perro guardián también te quito tu celular, o porque no me llamaste

Trague saliva —Dami, lo siento solamente no lo pensé

El me da una mala mirada — esa es tu especialidad, no pensar Ezra

Frunzo el ceño — es suficiente llevas días portándote como idiota

Damián me observa fijamente— esas son tus palabras o las de Killian — se da la vuelta, pero lo tengo del brazo, él se zafó furioso — ¡NO ME TOQUES! — me gritó a la cara

Doy unos pasos atrás — ¿Qué te ocurre?

Él aprieta los puños y los dientes — de verdad no lo sabes. Necesita que te recuerde lo qué pasó hace un mes

Trague saliva y fije mi vista en el suelo — creí que lo habíamos dejado atrás

— Si, tú dijiste que fue un error que los dos estábamos mal, Elena estaba en el hospital y tú padre te había golpeado y que no estabas pensando bien y yo lo acepté. Pero después te vas a vivir con Killian y esperas que te haga una fiesta

Levantó la mirada — no puedes estar hablando en serio, yo te pedí ayuda a ti una y otra vez, supliqué por tu ayuda y me la negaste. Nunca busqué a Killian

Damián me sujeta de los brazos de forma agresiva, sus uñas se encargan en mi piel — porque me canse ser tu salvavidas, durante años hemos sido tú y yo, mi madre te dio trabajo, comida y medicamentos cuando lo necesitaste, pero ahora se te olvidó tú nunca hubieras sobrevivido sin nosotros, pero una malagradecida y sobre todo me niego a seguir tu segunda opción.

— Dami las cosas no son así — dije con la voz temblorosa

— ¿Entonces cómo son? ¿Killian sabe qué te acostaste conmigo?

La equivocación más perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora