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No puede evitar sonreír al cómo Killian se interesa y protege a Abby y Sam, con ellos dos aprendí que la familia no son las personas con quien compartes sangre sino quien se queda contigo sin importarle nada, lo que es el amor incondicional.

Pero al mismo cuándo veo cómo Killian se siente responsable de Abby y de mí, no puedo dejar de pensar en una frase que dice que las personas más rotas, son las que más te ayudan porque entienden mejor que nadie el dolor por el cual estás pasando. Y es ahí donde me duele que Killian sufra tanto en silencio y crea que debe ser fuerte para los demás y no enfrente sus propios miedos.

Amo Killian y todo lo que hemos pasado juntos pero siempre hay un voz mi cabeza que dice que no soy suficiente para el, que lo voy a lastimar mas y que el se merece alguien mejor que yo, alguien menos patética e insegura y esa misma voz es la que no me deja disfrutar mi relación con el, siempre estoy pensando en cuando él se va a cansar de mi, por yo solo fui su proyecto caridad.

— ¡Gasparin ! ¿ A donde te fuiste?— pregunto Killian al ver que estoy perdida en mis pensamientos

— ¿Qué? — dije confundida ya que no había reaccionado completamente

— ¿ Estás bien? — dijo Abby

Asentí — Si

Killian me observó por unos segundos — bien hay que limpiar todo para regresar. Se que tocas como un Ángel pero creo que quieres practicar, aunque no lo necesitas, tú gasparin eres una diosa de violín

Me sonroje — creo que estás exagerando

— No, solo digo la verdad

— Vamos Ezra, repite después de nosotros soy una puta ama de violín, nadie toca mejor que yo.

No puede evitar reírme al escuchar Abby decir la frase que quiera que repita

— Dilo — exigió Killian

Negué con la cabeza — no, es tonto

— Claro que no— Abby me tomó de la mano y me guío hasta afuera, Killian nos siguió.

— Párate derecha, con seguridad, respira profundo y grita soy la puta ama de violín, nadie toca mejor que yo — exclamó Abby

Respire profundo y grité — ¡ SOY LA PUTA AMA DEL VIOLÍN! — no puedo evitar que sentí un gran alivio al hacerlo, cuando observé a Abby y Killian los dos tienen sonrisa en su rostro

Killian camino hacia a mi y me dio un beso en la mejilla — claro que lo eres y estoy orgulloso de ti Gasparin.

— Bien vamos a empacar antes de que decidan traumar más a Sam por tener sexo en un espacio libre

Killian me da una sonrisa pícara — no sería mala idea

Abby pone los ojos en blanco y entra a la casa, cuando quiero hacer lo mismo, Killian me detiene del brazo, tiene una mirada de seriedad.

— Antes de irnos quiero decir algo. — Hace una pausa y respira profundo, se ve algo ansioso y nervioso. — Cuando te lleve a la casa por primera vez y te quedaste dormida fui a buscar a Abby estaba en pánico, no podía creer que lo que había hecho tenía miedo y me repetía una y otras vez qué tal vez fue un error hacerlo, qué pasaba si te lastimaba o te defrauda de alguna forma, que si por mi culpa te rompía más, y antes de venir a este viaje y que Abby aplicará su psicología estaba seguro que lo mejor para nosotros era terminar y salir de tu vida, porque fracase y no te puede proteger. Pero en este fin de semana entendí que no eres una rota, mientras entrábamos vi cómo te levantabas con enojo y valentía una y otra vez, porque no tú nunca te das por vencida, eres una guerrera, fuerte y valiente, te amo y te admiro por eso.

La equivocación más perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora