capítulo 7

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Maia

Capítulo 7
Maia

Haber ido anoche a esa carrera fue un error, no solo por encontrarme a Asher. De haber sabido que él era el mejor amigo del chico con el que sale Emma, no hubiera asistido. A simple vista, Asher fue un completo imbécil, pero ver a Emma feliz con Aidan fue lo mejor. Emma siempre decía que jamás sentiría algo por alguien, jamás tuvo una relación seria, pero desde que conoció a Aidan, ella siempre está feliz y sonríe cuando le llega un mensaje de él o cuando le propone planes para salir. Me alegra ver feliz a mi amiga.

Ahora me estaba arreglando para ir a la universidad. Hoy no tenía ánimos de ir, tampoco quería ir a comer con Emma, su novio y Asher, pero me prometí a mí misma dar mi mayor esfuerzo para asistir. Además, si no voy, Emma estará triste; ella está muy emocionada por esto, quiere que las cosas con Aidan funcionen. Fui por mis cosas para irme, sin embargo, no pude evitar mirarme al espejo y los pensamientos autodestructivos volvieron a mi mente. A veces pensaba en deshacerme de todos los espejos que había en la casa, quizás así no me pondría tan triste al ver mi reflejo, pero eso no solucionaría cómo me siento. Cuando salí de mi casa, fui directo a la universidad para ver a Emma.

—¿Entregaste tu trabajo? —preguntó Emma.

—Sí, lo entregué, pero estoy ansiosa, no quiero sacarme una mala nota —respondí. Emma me sonrió.

—Amiga, te irá bien, además siempre te apasionó estudiar psicología, y esa pasión que tienes hace que te vaya bien en tus estudios —dijo Emma—. Además, por una vez que tengas una mala nota no hará que pierdas la carrera.

—Lo sé, pero tengo miedo —respondí.

—Amiga, el miedo siempre estará en uno. Solo tú puedes saber si dejarás que te domine o si lo enfrentarás —habló Emma.

—Gracias, Em, te amo —dije y me miró sorprendida, ella sabe que no suelo decir esas palabras.

—Yo también te amo, Maia, eres la mejor —dijo alegre—. Vamos, hay que ir a la cafetería a ver a los chicos.

—Mejor pasemos el día juntas, no hay por qué ir con ellos.

—No me vas a convencer, sé que no te agrada su amigo, pero debes acompañarme, ¿qué haré yo sola con ellos dos? Sería incómodo.

—Está bien, iré contigo, pero no creas que seré simpática con el.

—Él y tú son parecidos, los dos son antipáticos. Verlos discutir será gracioso —dijo riendo.

—Créeme que eso solo hará que lo deteste más —respondí de malas.

—Dicen que del odio al amor solo hay un paso.

—No seas ridícula, Emma —dije. Con recelo

—Bueno, no te enojes. Maia, olvidé decirte que Alessia y Lilly vuelven esta noche, quieren que salgamos a bailar —dijo.

—¿Sabes cómo les fue con el tema de su familia? —pregunté.

—No, pero supongo que todo salió bien, si no, aún no hubieran regresado —dijo.

Alessia y Lily son hermanas; las conocimos en una fiesta, en la cual encontramos a Lilly discutiendo con un chico que la golpeó y Alessia apareció y golpeó al chico con una botella en la cabeza. En ese momento apareció la policía y quisieron llevarse a Lilly y Alessia. Emma y yo les dijimos a los policías que el chico golpeó a las chicas y que ellas solo se defendieron, y que él solo se golpeó con la botella para sacar provecho de la situación. La policía nos creyó y se llevaron al chico que golpeó a Lilly. Las chicas nos agradecieron por haberlas ayudado y, desde ese día, nos volvimos amigas las cuatro.

—Entonces al fin volveremos a estar juntas —dije animada.

—Sí, saldremos a bailar y a beber —dijo Emma riendo—. Ahora vamos a la cafetería, los chicos deben de estar esperando —terminó de decir.

Caminamos y encontramos la cafetería. Nunca habíamos ido ahí, así que nos costó encontrar el lugar. Desde fuera vimos a Asher y Aidan, respiré hondo y me preparé mentalmente para la situación.

—Aidan —habló Emma y lo beso—. Hola, Asher —dijo mi amiga y él la ignoró.

—Hola, Emma —dijo Aidan—. ¿Cómo estás, Maia? —me preguntó.

—Todo bien, Aidan —respondí, y me senté frente a Asher sin saludarlo.

—¿Acaso yo estoy pintado? —habló Asher.

—Lo siento, no te reconocí por la cara de payaso que tienes —respondí.

—Veo que el grillo tiene bastante personalidad —dijo mirándome fijamente.

—No me digas así—dije molesta.

—Me dijiste payaso, creí que lo más justo sería regresar el insulto —dijo sonriendo. Lo miré enojada.

—¿Podrías dejar de ser tan imbécil? —dije.

—¿Podrías no ser tan pequeña? No escucho desde abajo —dijo burlándose de mí.

Asher me estaba poniendo de mal humor con sus estupideces. Emma y Aidan estaban parados mirándonos mientras sonreían como idiotas. Se sentaron y hablamos sobre qué pedir. Yo no quería comer, no después de haberme visto hoy al espejo, pero si no pedía nada Emma sospecharía, y no quería preocuparla. Solo quiero verla feliz, no que esté enfocada en mí y en lo que me sucede. Así que pedí un café descafeinado y un trozo de pastel.

—¿Maia, qué estás estudiando? —preguntó Aidan mientras comía.

—Estoy estudiando psicología, ¿tú qué estudias? —pregunté.

—Estudio lo mismo que Asher, fotografía. Sin embargo, se llama artes visuales. Con Asher nos conocimos en la secundaria porque estábamos en un taller de fotografía —respondió—. ¿Ustedes desde cuándo se conocen? —preguntó Aidan.

—Nos conocemos desde pequeñas —respondí.

—Maia y yo crecimos juntas. Nuestros padres no son cercanos, pero nosotras nos volvimos inseparables —dijo Emma alegre.

—Asher, háblanos un poco sobre ti —hablé.

—No hay nada que contar.

—¿Tienes hermanos? —preguntó Emma. Asher se tensó y miró a Aidan, parecía que con la mirada se entendían completamente.

—Deberíamos salir esta noche —propuso Aidan.

—Esta noche, con Maia quedamos de ver a unas amigas que no veíamos hace tiempo. Pueden venir con nosotras e invitar a quien quieran —respondió Emma emocionada.

—Debo irme, nos vemos —dijo Asher.

—Está bien, hablamos luego, hermano —respondió Aidan, y Asher se fue.

—¿Dije algo que no debí? —preguntó Emma.

—No, está todo bien —respondió Aidan tomando la mano de Emma, pero no parecía sincero.

—Bueno, chicos, los dejo para que tengan una linda cita —les dije.

—Quédate, además apenas comiste tu pastel —dijo mi amiga.

—No te preocupes, cómetelo tú. Yo comí antes de venir para acá —Emma me miró con desconfianza—. Traje comida que me preparó Axel ayer —mentí.

—Está bien, iré a tu casa esta noche para que nos encontremos con las chicas en el bar —dijo.

—Fue un gusto verte, Maia. Nos vemos esta noche si es que Asher decide ir a la fiesta —respondió Aidan.

—Nos vemos —dije.

Salí de la cafetería y caminé por la universidad. El campus es grande y está dividido para distintas facultades. Para llegar a la mía, debo pasar por fuera de la de fotografía. De lejos, veo a Asher sentado bajo un árbol gigante, tenía su cámara y creo que le está tomando fotos al cielo. Baja su cámara y se pasa las manos por la cara. Se ve... ¿angustiado? ¿Triste? No lo sé y no debería importarme. Cuando sé que voy a tener una recaída, siempre identifico cuándo viene una, y eso es lo que más me asusta. No quiero seguir pasando por lo mismo. Quizás salir hoy con las chicas me hará bien.

Un Invierno a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora