Capitulo 22

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Asher

He pasado toda esta semana junto a Maia, cada día estando con ella ha sido genial. La he ido a buscar al trabajo, o pasamos tiempo después de las clases de la universidad. Hemos estado en mi departamento o en su casa, y me he dado cuenta de muchas cosas. Por ejemplo, que no es buena en la cocina, que cuando se pone nerviosa no puede mirarme a los ojos. Cada día la conozco más. También he pasado tiempo con su Nona, que nos cocina pasteles, y Maia come un poco más cada día, aunque le cuesta.

—¿Por que tan pensativo?—pregunta Maia

—No estoy pensativo, es solo que me he dado cuenta que me encanta pasar tiempo contigo

—¿Enserio? Creí que estabas aburrido de estar conmigo, después de todo casi no hemos podido salir por las lluvias

—Jamas me aburririas, ademas el invierno se torna cálido a tu lado

—No puedo creer lo cursi que puedes ser

—Es porque me gusta y debes admitir que te gusta que sea así contigo.

Maia sonríe y se acerca a besarme

—Es raro… Estaba acostumbrada a estar sola, no sé, no esperaba que alguien como tú se quedara, que realmente me escuchara o que pasara tiempo conmigo.

—No sé si soy alguien tan especial, pero sí sé que me gusta estar contigo. Todo este tiempo juntos me ha hecho darme cuenta de lo importante que eres para mí.—digo estrechandola sobre mis brazos —No tengo intención de irme, Maia. No voy a dejar que el miedo controle lo que tenemos. Y si alguna vez me canso de estar contigo, será porque ya no soy el mismo. Pero quiero que confíes en mí… porque aquí estoy, y no planeo ir a ningún lado.

—Me gustas mucho, Asher y haces que quiera intentar afrontar mis sentimientos para estar contigo, te quiero a mi lado ahora y siempre.

—Entonces está es la mejor oportunidad para que intentemos estar juntos.

—Hay que ir lento...solo te pido paciencia.

—Te daré todo el tiempo que quieras.

—Por cierto olvide contarte que hace unos días vi a tu amigo, Jasper—me explica—me lo encontré en una heladeria, creo que intento coquetearme

—¿Que? ¿Que te dijo ese imbécil?—pregunto alterado mientras que Maia suelta una carcajada — ¿De que te ríes? No me parece gracioso

—No seas celoso, solo pidió mi número pero no se lo di

—Lo mataré cuando lo vea, eso es traición

—Pues quizás lo mates hoy, Emma dijo que saliéramos todos juntos hoy.

—Quienes son todos juntos?

—Pues Aidan, Alessia, Lily, Axel y al parecer se unirá Jasper.

—No me agrada mucho Alessia, me incomoda su actitud—digo y Maia cambia su expresión a una más seria causando que sonría ya que conozco esa expresión y es claro que le molesta— ¿Que pasa, celosa?

—Claro que no, yo no soy celosa, solo que se qué a Alessia le atraes.

—Tranquila, ella sabe que me gustas tú.

—Me alegra que se lo hayas dejado claro —dice Maia, aunque en su voz noto un pequeño matiz de inseguridad.

La miro fijamente, tratando de captar todo lo que no dice con palabras.

—Maia, sabes que no tienes nada de qué preocuparte, ¿verdad? Estoy aquí, contigo, porque eso es lo que quiero.

Ella se aparta un poco, como si buscara espacio para pensar.

—Lo sé, Asher, pero a veces siento que… no soy suficiente, que a lo mejor te aburres de mí. Alessia es tan... confiada, tan segura de sí misma. Y yo, en cambio, tengo días en los que apenas puedo mirarme al espejo porque me siento insuficiente.

Me acerco a ella, colocando mi mano suavemente en su barbilla para que me mire de nuevo.

—No te compares con nadie, Maia. No tienes por qué. A mí me gustas tal como eres, con tus nervios, con tus inseguridades. Eso no me aleja, me acerca. Me hace querer estar aquí contigo, apoyándote.

Maia esboza una pequeña sonrisa, pero aún parece dudar.

—¿Qué pasa? —le pregunto suavemente.

—Es solo que… no quiero que esta noche con los demás sea rara. No me gusta la idea de que Alessia esté coqueteando contigo.

—No tienes que preocuparte por eso. Esta noche es sobre nosotros, sobre estar con amigos. Si algo o alguien te hace sentir mal, me lo dices y nos vamos, ¿vale? No estamos obligados a quedarnos más de lo necesario.

Ella asiente, pero todavía parece un poco tensa.

—Es que… no sé cómo manejar estas situaciones. A veces me siento tan fuera de lugar cuando estamos con los demás, como si no encajara.

—Maia, lo que más me importa es cómo te sientas tú. Si quieres, esta noche podemos estar tranquilos, juntos. Nadie más importa.

Maia se relaja un poco más, aunque sus ojos aún revelan cierta preocupación.

—Gracias, Asher. Solo necesito saber que estarás a mi lado.

—Siempre, Maia —le digo, envolviendo su mano en la mía—. No tienes que enfrentar nada sola. Estamos juntos en esto.

Maia sonríe, esta vez de verdad, y por un momento parece que todo su miedo desaparece.

—Supongo que será una noche interesante, entonces —dice, levantándose para buscar su chaqueta.

—Será lo que queramos que sea —respondo, siguiéndola—. Y pase lo que pase, lo manejaremos juntos.

Ella asiente y me dedica una mirada cómplice.

—Vamos, que el mundo nos espera.


Un Invierno a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora