Yo Soy Alissa Gilius (Pausada)

Capitulo 7

Cap 7
La lámpara es envidiosa

Alissa:
Luego de las clases me encuentro con los chicos a la salida, Dylan nos lleva al centro comercial dejándonos en la entrada. Según él tampoco podía venir con nosotros ya que tenía unos trabajos que terminar, pero si era necesario de recogernos con gusto lo hacía.

Mientras caminábamos por los pasillos y viendo las tiendas Shelly se le ocurrió entrar a una y nos tomamos fotos mientras nos probamos varias prendas. Shelly y Dante discutían mientras yo sacudía la cabeza y suspiraba. Cuando se trata de ropa, Shelly no espera ni un minuto, menos como dice ella: "Emergencia de moda".

Luego de dos horas y medias en el centro comercial. Decidimos volver a casa. Llevaba una bolsa con lentes y unas franelas nuevas. Dante también pero a obligación de Shelly. Hablando de ella, tenía cuatro bolsas, dos en cada brazo. Se compró faldas, vestidos, tops, y más cosas que ahora no recuerdo.

Mientras esperamos compramos unas barquillas para cada uno. Vimos como a Dante se le derretía y nos burlamos mientras nos veía con mala cara. Para ello me dió un dolor de cabeza por lo frío, o eso creí, me quejé e inmediatamente se rieron de mi. Descarados, no puedo decir porque lo hice también. Una voz sale de la nada. Se escucha a mis espaldas, mis amigos y yo nos detenemos.

—Vaya, Vaya. Mira a quienes tenemos aquí, si son el grupito desolado—una voz ronca se escucha.

Nos volteamos para ver qué era nada más uno del equipo de baloncesto de nuestra secundaria. Un castaño que traía una chaqueta americana de color turquesa oscura. Detrás de él venía una porrista castaña, misma que tuve que cerrarle la boca en la biblioteca, usaba un top de sostén y una falda demasiado corta aunque ella parece cómoda con esa.  Al lado de ella, un rubio de lentes de sol que traía también la misma chaqueta que el castaño.

—¿Qué hacen acá? ¿Esperan conseguir amigos esperando en la salida?—se burla y mira a la castaña quien se encuentra con una sonrisa.

Giro los ojos cansada. Ya tenía que venir este soplon a arruinarme el día. Veo al rubio quien está inmutado en su lugar, un rostro serio y con las manos en los bolsillos de su chaqueta. Seguía con sus lentes de sol, lo cual, no se sabía a quién veía.

—Para tú información. No, no estamos acá para eso—se cruza de brazos Shelly mientras lo mira con los ojos entrecerrados— Si fuera así, creo que hemos hecho que tú te acerques ¿Acaso quieres ser nuestro amigo?

Ella sonriente lo vé y él tensa su mandíbula. Dante y yo nos vemos por detrás de ella y él se cubre su boca para aguantarse la risa.

—No, por supuesto que no. ¿Quien quisiera ser amiga de una perdedora como tú?—la señala con una mano.

—Tal vez tú, así no te sientes solito de saber que eres el único perdedor—responde—Dime ¿Acaso tú mamá no te ha dicho que esa no es la mejor manera para preguntarle a alguien que quieres ser su amigo? Bueno, la verdad nadie quisiera ser amigo de alguien tan imbécil.

—Oye, respeta a Eric, él puede hacer que...—estaba cerca de decir algo más la castaña hasta que hablé.

—Y ustedes a nosotros—nos señalo.

Le entrego mi helado a Dante quien lo sostiene y acomoda las bolsas en sus brazos. Camino un paso adelante ahora quedando al frente de ellos, más que todo del castaño.