Capítulo 8

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Cap 8
¿Ustedes son parejas?


Alissa:
—¿Generación de los celestiales?—pregunto atónita.

—Siento que los escuché en clase de historia alguna vez, aunque no nos dieron mucho del tema—admite la rubia.

—Por una simple razón. Ellos, mejor dicho, ustedes, son una generación el cual no se debe saber mucho. Es una generación secreta que ha existido en años. Generación con habilidades inusuales, poderes si les quieren llamar de esa forma.

—¿Puede dejar de mencionar generación? Por favor—espeta el pelirrojo— Me siento como que acabo de descubrir que uno de mis padres fue infiel y tengo a estos de hermanos.

—Es que así es

—¡¿QUÉ?!

Gritamos en una sola voz y con los ojos abiertos. Algunos murmuran, me incluyo, cosas de que no es verdad. La directora se aclara la garganta.

—No realmente, solo en su ADN tienen en común. Podría decirse hermanos, claramente no lo son.

Volteo a ver a todos, se sostienen el cabello, la cien. Están confundidos igual que yo. Esto ya no es gracioso.

Rio y niego con la cabeza.

—Con todo respeto directora Monroe, ¿Acaso es una broma?—apoyo mi mano en la cintura.

—No lo es señorita Gilius, todos ustedes—nos señala— pasaron por momentos inusuales que de seguro no se esperaban. No nieguen que les pasó algo de lo que nombré hace rato. Estoy en lo correcto, es seguro. Ustedes a partir de ahora sabrán la verdad.

Ya mi mente voló, me dejó porque no entendía nada de lo que comentaba aquella mujer.

—Es entendible, por sus caras no me entienden nada—camina unos pasos quedando al frente de mi— ¿Por qué no recurrieron a la enfermería? La única que lo hizo fue la señorita Gilius y así nos enteramos que era realmente verdad, cosa que no fue suficiente para saber.

—A la orden...—estiro las palabras viéndola con una ceja alzada.

—Los dolores de cabeza no son lo suficientes para hacerlo llevar a la enfermería al mi parecer—sacude su mano en el aire, como si quitará algún sucio— De todas formas los exámenes sabremos más de ustedes.

La directora se gira y camina unos pasos adelante quedando entre los hombres de negro.

—Ya anda hablando tonterías—me susurra Dante, no me había dado cuenta que estaba a mi lado. Lo miro todavía sorprendida.

—Eso cree usted señorito Gentile, la verdad ya es cuestión de lo que crea luego de ver lo demás.

La directora Monroe lo mira por encima de su hombro. Dante se tensa, los demás voltean a verlo a él y la directora Monroe al mismo tiempo.

—Solo prepárense, iremos rápido y si pueden sostenerse mejor. No quiero vomitos, si tienen se los aguantan ¿me oyeron?.

La mujer, sin girarse saca por lo que parece un control como de auto. El pelirrojo levanta la mano.

—¿Preparados para...?

No pudo terminar. En eso la mujer aprieta el botón y todo se fue hacia abajo. Sin mentir todo fue a bajo.

Nadie creería lo que pasó, aunque realmente todo esto nadie lo va a creer.

El suelo había bajado con todos los presentes encima. Gritos se escucharon, más de mi mejor amigo y supongo que la rubia. Se veían subir rápidamente unas paredes de metal. Veía asustada a todos lados y abrazaba a mi mejor amigo con fuerza. Trataba de que mi falda no se subiera aunque tuviera un short y las medias mallas negras, no quería que algo sucediera.

Yo Soy Alissa Gilius (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora