†CAPITULO 11: EL TODO PODEROSO†

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†CAPITULO 11: EL TODO PODEROSO†

¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
Viviendo conforme a tu palabra. (Salmo 119:9)

Pattaya [1960]

|Finales de Noviembre|

Jeff dio la ultima hostia del ritual y se inclinó hacia el altar, evitó comer la suya aunque hizo mímica, no se sentía seguro de hacerlo, sabía que estaba haciendo mal y no iba a pecar el doble, él no era así de osado con el señor. Pero entonces, cuando se giró para continuar la eucaristía, sus ojos se posaron en la única persona que llamó su atención desde el primer día, ese joven altanero, atrevido, sagaz y... de ojos increíblemente bellos, Barcode sonrió minusculamente desde su posición en la banca de la primera fila.

Al final, Jeff reconoció a los tres jóvenes que le habían proporcionado severos golpes a Barcode, y aunque su consciencia le dijo que no hiciera nada, realmente no pudo hacerle caso porqué últimamente solía ignorar a su pobre y desdichada consciencia. Una vez terminó la eucaristía, y los jóvenes como si fuera mandado divino se acercaron a él para una bendición, Jeff sonrió hacia ellos, en la mitad De la Iglesia, podía sentir la mirada inquisitiva de Barcode a sus espaldas.

– Hijos míos, ¿en que puedo ayudarles? – preguntó Jeff

Los tres chicos se miraron – S-sabemos que usted nos vio la otra noche golpeando a ese adefecio de allá – uno de ellos señaló con su cabeza – Pero tenemos una buen justificación, no somos malas personas padre, se lo juramos...

– Si – apoyó el otro asintiendo con los ojos bien abiertos – Lo que sucede es que...

Jeff alzó la mano y todos dejaron de hablar.

– Dios no justifica la violencia hacia ninguno de sus hijos – replicó modulando la voz – No importa cual sea la razón, no deseo escucharla porqué nada, escúchenme bien, nada justifica que entre tres golpearan a uno indefenso, eso fue muy cobarde ante los ojos de Jesucristo que todo lo ve. Así que, si no quieren que sus almas vuelen hacia los dominios de satanás por lo que le hicieron a ese joven, tendrán que arrodillarse toda la noche en la oscuridad de su habitación y orar el padre nuestro hasta el amanecer sin cesar.

Los tres chicos parpadearon incansablemente mientras lo escuchaban.

– ¡¿Satanás?! –

Jeff asintió poniendo sus manos detrás de su espalda.

– Así mismo – Jeff suspiró – Espero que aprendan la lección y hagan lo que les pido, si es que quieren salvarse del destino cruel a la hora de la muerte.

– P-pero pa-dre... usted no entiende, ese inútil...

Jeff endureció la mirada.

– Y no volverán a insultar a nadie con palabras tan vulgares y soeces ¿entendido, hijos míos? –

Los tres jóvenes agacharon su cabeza – Si padre, entendimos. ¿Nos da la bendición, por favor?

– Por supuesto. Dios los bendiga – los persignó, pero ganas no le faltaron de darle en la cabeza a cada uno por impertinentes.

Jeff sabía que esos jóvenes se merecían más que un simple castigo cristiano, pero era todo lo que estaba en su poder, no podía ir más allá porque el único perjudicado sería Barcode.

De nuevo, el padre de Barcode se acercó y Jeff esperó que no fuera nada malo, pero lo saludó como de costumbre, el señor le besó la mano, y se inclinó, de nuevo le agradeció por volver a recibir a Barcode en el coro y a la iglesia, Jeff le dijo que simplemente fue un malentendido que estaba solucionado, y agregó que Barcode era un buen joven, el padre asintió desdeñosamente, golpeó "cariñosamente" a su hijo en el hombro y salió después de colocarse su sombrero.

TAKE ME TO CHURCH - JEFFBARCODE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora