Corazón Contra Todo [Catradora G!P] [Adaptación]

XII - ¿Y ahora que?

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Adora fue la primera en despertar ese día, eran cerca de las 12:00 p.m y vió a su hermosa esposa descansando plácidamente mientras la abrazaba por la cintura, más
que posesivamente, era de una forma protectora que le encantaba.

—Hey, Adora—dijo Catra con una voz profunda y ronca al despertar y le dió un dulce beso.

—Buenos días.

—¿Cómo te sientes?

—Mmm...No sé, rara.

—¿Rara bien o rara mal?—cuestionó.

—Rara bien, creo.

—¿No te duele nada?

—Algo, unas punzadas—tímidamente contestó.

—Te amo.

Catra la miró y un recuerdo llegó a su mente de la noche anterior y rápido algo más. No usó protección y sabía que Adora no tomaba ninguna pastilla, menos iba a querer tomar las pastillas del día siguiente. ¿Y si quedaba embarazada? No es que no quisiera una familia con ella, pero al menos esperaba tener más tiempo para eso.

¿Cómo pudo ser tan tonta de no protegerse?

¿Adora lo aceptaría?

Sabía que muchas religiones no aceptaban los métodos anti-conceptivos.

—Gatita, ¿que tienes?— fue la rubia que la sacó de sus pensamientos.

—No, nada, amor. Es solo que pensaba.

—Eso ya lo noté—dijo levantándose un poco y mordiendo la punta de la nariz de Catra—¿Qué pensabas?

—Princesa, ¿Que piensas de los métodos anti-conceptivos? Los ojos de Adora se abrieron y ella misma entendió que pasaba.

—Yo... yo... bueno está prohibido, Dios creo al hombre y la mujer para que procrearan o ¿no?

—Si bueno, pero somos jóvenes y...—

—Ya sé, tú anoche no...—comenzó la ojiazul.

—...No, no use nada.—se adelantó a su pensamiento.

—No creo que pase nada, en unos días debe venir mi periodo y así.

—¿No tomarías una pastilla del día siguiente?

—¡¿Qué?!—Adora se levantó de la cama envuelta en las sábanas dejando a Catra desnuda y tapándose rápidamente con una almohada su semi erección—Si... si es que hubiera un bebé formándose en mí, ¿Lo quisieras matar?

—No, no quise decir eso yo.... sería increíble ser madres. Pero, Adora, aún ni nos graduamos y no sabemos que nos depara el futuro, no sé cómo haríamos con un bebé en camino.

—No lo perderé si es que está ahí—sentenció muy decidida

—No lo permitiré—terminó diciendo Catr levantándose de la cama para abrazarla y darle un dulce beso—Perdón, no debí decir eso.

—Pero... tal vez podamos hablar de posibles formas de protegernos—añadió Adora acorrucándose en su pecho.

—Lo haremos al llegar a Etheria.

—Si está ahí...—volvió a repetir un poco insegura antes de ser interrumpida.

—...Entonces seremos unas madres maravillosas, que lo querremos mucho y además muy guapas—dijo dándole un tierno beso en la frente—Perdón, Adora, jamás dejaría que perdieras a un hijo nuestro—tomó su rostro delicadamente con sus manos y la miró a los ojos—¿Estás bien?—Adora asintió levemente para luego sentir los dulce labios de su esposa sobre los suyos—Vamos arreglando todo, que tenga un jet privado no significa que no podemos llegar tarde.