—Supongo—levantó los hombros restándole importancia—¿En qué nos quedamos?—volvió a abrazar a su esposa por la cintura.—En que debo cocinar—jugó Adora.
—No, no era eso—besó la barbilla de su esposa—Ven—dijo al sentarse sobre el sofá y atraer a su esposa para que se sentara a horcada sobre ella— Querías aprender.
—Si—volvió a besar a su esposa.
—Si no te sientes cómoda solo me lo dices y...—
—Shhh—la silenció.
Adora comenzaba a mover su cadera de atrás hacia delante.
—Adora, mierda—Gimió Catra sintiendo la fricción y echando la cabeza hacia atrás. De un movimiento rápido sacó la blusa de Adora para ver sus senos moverse por los movimientos de su esposa quién tenía sus ojos cerrados disfrutando. Llevó sus manos sus caderas para aumentar la presión contra su centro. Su pene ya estaba más que duro y atrapado entre sus pantalones gritando por ser liberado.
—¡Maldición ADORA!— acarició las piernas de su esposa sobre el pantalón que usaba, subió sus manos hasta su trasero y lo apretó sacandole un gemido.
No sabe cómo ni cuándo, pero ella solo estaba con su bóxer y Adora solo traía su ropa interior inferior. Sus manos habían abandonado las caderas de Adora y ahora se posaban en sus senos.
—Gatita—Gimoteo Adora mientras bajaba sus manos al bóxer—sácalo—Catra se mordió su labio al ver los ojos de su esposa oscurecidos por la lujuria.
Era la mejor imagen que podía tener. Su hermosa esposa, tan hermosa e inocente pero a la vez tan jodidamente sexy. Era la mujer más sencilla y de puro corazón, pero en momentos ella sabía que podía ser tan ardiente. Catra terminó de sacar su bóxer y la ropa interior de su esposa.
—¿Estás segura?—preguntó cuando vió a su esposa lista para sentarse sobre ella.
—Ajá—sólo respondió mientras comenzaba el descenso.
Catra quería morir allí mismo de placer al sentir a Adora sentada sobre ella y como comenzaba moverse. Sus movimientos eran lentos y precisos, comenzaba a levantarse y dejarse caer una y otra vez. Sostuvo sus caderas ayudándola con sus movimientos. Los gemidos por parte de ambas se comenzaron a escuchar por toda la habitación y rogaban internamente porque esas paredes no fueran tan delgadas como parecían, porque todo el edificio sabría que ocurría allí.
Los movimientos de Adora aumentaron de velocidad y Catra solo atinó a levantarse cargándola. La ojiazul enredó sus piernas en la cintura de su amada mientras esta caminaba hasta llegar a la habitación. La depositó delicadamente sobre la cama y la besó, no con lujuria, sino con amor, con todo el amor que existía en ella y quería que Adora siempre lo recordara. La morena retomó el trabajo entrando y saliendo de Adora, tras de un par de embestidas más ambas llegaron a tan ansiado orgasmo.
—Dime que estás con píldoras—hablo aún sobre Adora.
—Ahora lo recuerdas—acarició la espalda de su esposa.
—No pensaba mucho antes—le dió un tierno beso en los labios a su esposa—Ahora...¿Podemos seguir?—sugirió con su pícara mirada.
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La mañana siguiente Catra salió temprano para buscar empleo, dentro de dos días Adora comenzaba la Universidad y sabía que tendría muchas cuentas por pagar.
Tomó el primer empleo que consiguió en un puesto de comida rápida en un centro comercial. El gerente escuchó la historia de Catra y le dió un turno largo de 12 horas, así se aseguraba que la chica ganara lo suficiente, aunque fueran más hora. La morena estuvo de acuerdo, no le molestaba si eso sería ganar más.
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Corazón Contra Todo [Catradora G!P] [Adaptación]
Fiksi PenggemarCuando una chica, criada en la religión y ajena a todo un mundo que la rodea, de bajos recursos y con una forma de ver al mundo muy cerrada, decide entrar a este colegio privado, conoce a su compañera de cuarto: una chica rebelde con un secreto entr...