12. More truths

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«El destino es quien baraja las cartas y nosotros somos quienes jugamos»


Me abro paso entre los cuerpos sudorosos que se movían de un lado para otro. No llevaba más de una hora en la fiesta y ya tenía más de una bebida mojando mi ropa y cuerpo, intento no pensar en lo pegajosa que estoy para no ponerme de mal humor. Había un olor un tanto desagradable en el lugar, una mezcla entre sudor, alcohol, y humo de cigarrillo, y ni hablar del calor infernal que hacía, parecía el mismísimo infierno.

Había perdido totalmente de vista a Demian. Intentamos buscarlo varias veces, preguntándole a las personas, pero nadie sabía de su ubicación. Gruño frustrada,nada estaba saliendo como lo había planeado.

—Necesitamos pasar al área VIP.— me grita Clover, intentando hacerse escuchar sobre la música. Asiento mirando hacia las escaleras que conducía hacia el área exclusiva, las pocas personas que se encontraban haciendo la fila lucían ropa que desde lejos se notaba extravagante y cara.

Escucho a alguien carraspear a mi lado por lo que volteo a ver, llevándome una gran sorpresa al encontrarme con Arek. Lo examino de arriba a abajo. Él a diferencia mía, se veía increíblemente bien. Usaba una camisa arremangada hasta los codos color crema con los primeros botones desprendidos, unos jeans oscuros y unas zapatillas del mismo color.

Arek me sonrió ampliamente, marcando sus bellos hoyuelos.— Hola enana.

—¿Qué haces aquí?— cuestiono, haciendo una mueca de sorpresa. Él se encoje de hombros señalando a Clover, que ahora se encontraba coqueteando con el bartender.

—Dijo que necesitaban mi ayuda.— expuso, frunciendo el puente de su nariz.— Así que aquí estoy, aunque me gustaría estar un poco más informado.

Ruedo los ojos con una sonrisa, por supuesto que él iba acudir sin siquiera estar completamente informado. Arek era conocido por su bondad, hasta el momento no había conocido a persona más buena. Marie solía decirme que lo tenía idealizado, como si fuera un dios y la verdad era solamente que podía notar el corazón puro que tenía.

Él castaño empuja un vaso hacia mi, me muerdo el interior de mis mejillas indecisa. Lo tomo rápidamente al ver su cara de confusión por mi indecisión, debía tomar alcohol si quería ser capaz de poder enfrentarme a Demian.

Mi rostro entero se frunce al sentir el amargo sabor de la bebido, debo toser un poco por el mal sabor que recorre mi garganta. El segundo trago se siente un poco mejor, pero no deja de ser un poco asqueroso pero extrañamente adictivo, así que le doy un tercer sorbo un poco más largo que los anteriores.

—¡Wow, linda! ¡Bebe, pero hazlo despacio!

"Linda..." ¿Arek Black me había dicho linda? Joder. Me sonrojo hasta límites insospechables. Y agradezco que él no lo notara por las múltiples luces de colores. Sutilmente me llevó una mano a mi mejilla, sí, en definitiva esta estaba ardiendo.

El alcohol estaba surtiendo efecto demasiado rápido para mi gusto. Seguramente porque mi cuerpo no estaba acostumbrado, si bien solía beber no era algo que hacía rutinariamente. Me sentía acalorada como el demonio y sedienta como un vampiro. Miro el trago pero este ya estaba vacío y eso por alguna razón, me deprimió.

—Lo lamento.— digo con cierta vergüenza por haberme acabado la bebida, pero él solo sonríe diciendo que no importa.

—Ire a buscar otra,descuida. — Lo observo perderse entre las personas.

Observo a mi alrededor, la situación dentro de Averno se dividía en dos: los que se besaban desmesurados contra las paredes, la pista de baile o los sillones esparcidos en diferentes partes del lugar; los que bailaban totalmente desvergonzados, resultado de la mezcla justa de alcohol, cigarrillo, y probablemente alguna otra sustancia ilícita.

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